Capitulo 953
geened ligeramente con sú þaŋuada cabeza en señal de consuelo.
188 suri humn clona, Canes
**t cuando volvamos Para que él no esté triste, debemos completar nuestra misión con éxito! S~ᴇaʀᴄh the ƒindηʘvel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.
exenta y asi evitar que supiera dónde están, le evitaria la tristeza!
do salto agierte entre el muro del patio y de ahl hacia dentro.
puerido una ruta que habla observado con antelación, avanzó sigilosamente unos cientos de metros hasta llegar a la puerta de la zona restringida. La puerta de madera color tojo castaño estaba cerrada a c to, con candado, imposible de abrir.
Lede decidió escalar el muro para entrar
Dentro de la zona restringida, reinaba la oscuridad, sin un rayo de luz ni guardias en vigilia.
El vento nocturno soplaba haciendo que las hojas de los árboles susurraran, creando una atmósfera espeluznante.
Pero Ledo, valiente, no tenia miedo y encendió su linterna para adentrarse en la oscuridad.
Cano salto de su hombro y se puso a explorar el camino por delante.
Entraron por un arco y se encontraron con un patio cuadrado.
En cada uno de los cuatro puntos cardinales, había un estatuas de mirada furiosa y postura imponente.
Cada una de las estatuas sostenía un arma, vigilando con ojos amenazadores el interior del patio.
En el centro del patio había un pozo, cuyo brocal era amplio, cubierto por una pesada piedra asegurada con una cadena de hierro.
Tanto la tapa como la piedra estaban grabadas con símbolos incomprensibles.
Cano rodeó el pozo y regresó al lado de Ledo, siseando con su lengua roja.
Ledo entrecerró los ojos, “¿Un pozo seco? Entonces no hay error, ¡debe ser aqui!”
Justo cuando terminaba de hablar, la voz de Laín resonó en su auricular,
“¡Las cenizas están justo debajo de ustedes!”
Ledo dijo: “Hemos encontrado un pozo seco en la zona restringida, seguro que está ahí dentro, pero la cadena impide bajar, ¿puedo simplemente forzar la cerradura?”
“No, aún no estamos cien por ciento seguros de que esas sean las cenizas de la abuela, debemos actuar sigilosamente, sin alertar a Paulo.”
El plan de Lain era que Ledo tomara las cenizas sin ser detectado para que Aspen pudiera verificarlas.
Cuando supieron que las cenizas de la abuela estaban en manos de Paulo, le preguntaron a Aspen cómo podían estar seguros de que Paulo no mentía Aspen dijo que reconocería las cenizas de su madre, que tenía su manera de identificarlas.
འ རྦ ”
De pequeño, Paulo le había mostrado las cenizas, confirmándole que en efecto estaban con él. Lain pensó que si Aspen podía identificarlas, entonces deberían sacar las cenizas a escondidas.
Si las cenizas realmente pertenecían a la abuela, entonces podrían confrontar a Paulo sin remordimientos.
Pero si no eran de ella, seguirían engañando a Paulo bajo la identidad de ‘Aleph hasta dar con las verdaderas cenizas de la abuela.
Por eso, el robo de las cenizas debía hacerse en secreto, sin que Paulo se enterara.
Y no le habían dicho a Aspen porque…
Si se equivocaban, él se sentiría decepcionado.
Si acertaban, se entristecería aún más.
Después de todo, saber que las cenizas de su madre habían estado suprimidas en un lugar maléfico enfurecería y entristecería a él.
Ledo miraba fijamente la cadena, pensando, “Si no podemos forzar la cerradura, déjame pensar…”
Lain sugirió: “Si de verdad no se te ocurre nada, podrías buscar al asistente del abad. Tiene poder y seguro posee la llave del pozo.
Sería mejor si logras robar la llave, pero si no, enfrenta al asistente directamente, amenázalo y después déjalo inconsciente, asegurándote de que no tenga la oportunidad de comunicarse con Paulo.”
“¡Entendido! Primero voy a pensar si hay otra manera.”
Justo cuando Ledo terminaba de hablar, un ruido repentino surgió detrás de él.
Se giró bruscamente, ¡y una figura sombría, una sombra, apareció detrás de él!
Capitulo
Search the FindNovel.ηet website on Google to access chapters of novels early and in the highest quality.