Capítulo 716
“¿Me estás culpando por tener a mi tío como tutor?” Bruce hizo un puchero y lanzó una mirada lastimera a Joanna, cuestionándola.
“No, ¿cómo podría culparte?” Joanna dijo suavemente, ofreciéndole consuelo mientras sostenía su mano para tranquilizarlo.
Pase lo que pase, su cerebro resultó dañado.
Incluso si él hubiera hecho algo mal, ella no podía culparlo por ello.
“¡Vayamos paso a paso! ¡Por ahora, vámonos a casa primero! —sugirió Joanna.
Los labios de Bruce se curvaron en una sonrisa peculiar mientras le aseguraba a Joanna: “Sí, no te preocupes, mi amor. No iré a la casa del tío. Estaré a tu lado para siempre. Nadie podrá jamás separarnos, ¿verdad?
Mientras Bruce hablaba, abrazó íntimamente a Joanna, expresando su afecto y amor por ella en un abrazo sincero.
Sin embargo, a pesar de la sonrisa en su rostro, había un atisbo de melancolía, insinuando emociones o preocupaciones subyacentes.
Aria no lo había contactado durante muchos años.
Ahora que ella de repente se había acercado a él después de tantos años, se sentía inusualmente incómodo con la situación.
Tenía miedo de que su vida pacífica se viera perturbada y aún más le preocupaba que las personas que lo rodeaban salieran perjudicadas en el proceso.
‘Pero…
Reconoció que cualquier cosa que estuviera por venir eventualmente sucedería y que no tenía forma de evitar la llegada de Aria o los posibles cambios que podría traer.
:
Joanna también estaba preocupada y molesta.
“Ay, silbido…”
Bruce se sorprendió y preguntó con preocupación: “¿Qué pasa?”
Joanna inconscientemente se sostuvo el vientre. “¡Me duele un poco la barriga!”
“¿El bebé te está pateando?”
“Bueno, ay, tal vez…” El rostro de Joanna se puso pálido mientras hablaba.
Durante los últimos días, le dolía la parte inferior del abdomen de vez en cuando.
Quizás estaba preocupada por demasiadas cosas o quizás estaba demasiado cansada.
En resumen, el feto, ya inestable, se sintió aún más incómodo.
པ ལ བ ཇ ོ
“¿Por qué no te llevo al hospital ahora?”
Joanna quiso negarse, pero le volvió a doler la barriga. “¡Sí! Está bien…”
El niño ya tenía más de siete meses, casi ocho meses.
Durante este período, fue al hospital con frecuencia.
Los controles prenatales son aún más esenciales.
“¡Carson, ve directamente al hospital!”
“Bueno.
Carson se dio la vuelta y desapareció en dirección al hospital.
Veinte minutos después.
En el hospital.
El médico tratante del Departamento de Ginecología realizó una serie de pruebas a Joanna.
“Doctor, ¿cómo está? ¿Por qué siento dolor en la parte inferior del abdomen estos días?
La expresión del médico se volvió solemne cuando dijeron: “Hay un nivel ligeramente bajo de líquido amniótico y hay signos de parto prematuro”.
“¡Ah! Entonces, ¿qué debemos hacer?
“Le recomiendo que permanezca en el hospital para proteger al bebé”.
“¿De nuevo?” Cuando Joanna escuchó esto, ¡parecía aún más deprimida!
En los últimos dos o tres años, había pasado la mayor parte del tiempo en el hospital.
Ahora, al ver el hospital, sintió miedo y ansiedad.
Si hoy no se sintiera mal y no tuviera que ir a un control prenatal, hubiera preferido no volver a ingresar al hospital.
Joanna frunció el ceño y preguntó: “Doctor, ¿puede recetarme algún medicamento? Prefiero irme a casa”.
“Uh, te sugiero que te quedes en el hospital.
“De esta manera, si pasa algo, tendremos tiempo suficiente para un tratamiento de emergencia”.
Joanna sintió un escalofrío en el corazón.
Cuando Bruce escuchó esto, su expresión se volvió aún más seria. Sin esperar a que Joanna respondiera, tomó la iniciativa y tomó una decisión en su nombre. “Muy bien, haga arreglos para que la hospitalicen de inmediato”.
“¡Bruce, no! No quiero que me hospitalicen. ¿Por qué no nos vamos a casa?
El rostro de Bruce se ensombreció. “No, este es un momento crítico. No debe ocurrir ningún accidente”.
“Pero…”
“No hables más. Nada es más importante que tú y el bebé”.
Joanna volvió a suspirar profundamente.
Odiaba estar hospitalizada.
Al ver su desgana, el médico ofreció un compromiso y dijo: “¿Qué tal esto? Puede permanecer en el hospital durante una semana en observación. Después de una semana, si tu condición mejora, podrás irte a casa”.
“¡Está bien!”
“Está bien, iré a arreglarlo ahora”.
“¡Está bien!” Joanna dijo mientras él luchaba por ponerse de pie.
Su barriga ya era bastante grande y, sumado al cansancio de los últimos días, se volvió más pesada.
Permanecer unos días en el hospital fue una decisión prudente.