Capítulo 307 
Renán ya había curado sus heridas y se acercó a mí. “Nayri… vámonos a casa.” 
Yo aún estaba distraida, volviendo a la realidad de golpe. “Vete tú solo…” 
Este caso de asesinato se está volviendo cada vez más complicado. 
No sabía qué estaría pasando con Kent, seguro estaba pasándola peor que en el infierno en manos de Quique. 
Un hospital psiquiátrico, ese no es lugar para nadie. 
“Solo yo puedo protegerte.” Renán frunció el ceño, agarrando mi muñeca. “Deja de ser tan terca.” 
“No quiero ir contigo ahora.” Le solté la mano a Renán. 
Ver a Yuria solo me enfurecia. 
Tenía que buscar cómo meterme a la cena benéfica de mañana, necesitaba ver al presidente de Grupo Estrellas. 
“¿Le preguntaste a Yuria sobre el presidente de Grupo Estrellas?” Al ver que no obedecia, Renán volvia 
con sus amenazas. 
Ya me lo esperaba. 
Lo mirė fijamente. “Vaya, Yuria si que puede ser la primera en soltar la lengua.” 
“Sabes que si te presento yo, tendrás más posibilidades,” dijo Renán con voz grave. 
Al mencionar al presidente de Grupo Estrellas, Renán se llenaba de sombras. 
Tenía celos del director general de Grupo Estrellas y tenía denuncias en su contra. 
Porque ese magnate misterioso nunca quiso verlo, ni siquiera le daba la cara. 
Y eso que antes había tenido que ayudarlo. 
Renán sentia que era una falta de respeto. 
“¿Vas a ser tan generoso?” dije con sarcasmo. 
“Vuelve a casa conmigo, quédate a mi lado, y te presentaré,” insistió Renán con voz grave. 
Frunci el ceño, en ese momento no tenía más remedio que ceder. 
“Ainara.” Lucas colgó una llamada y corrió hacia nosotros. “Ese tal Pizarro retiró la denuncia de repente, dijo que él provocó a Kent a propósito. El policia encargado del caso es un amigo mio, hable con él y accedió a redactar una carta de disculpa para traer a Kent de vuelta.” 
Lo mirė sorprendida. “¿En serio?” 
Lucas asintió. “Si.” 
Me emocioné, agarrando a Lucas. “¡Entonces vamos por él ahora!” 

Renán me miró con ojos complicados, bajo la cabeza y sonrió sarcasticamer 
Lucas negó con la cabeza. “Hay procedimientos que seguir, no es tan rápido, no te precipites, yo 
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Capitulo 307 
insistiré desde aquí.” 
Asenti. 
Aunque Kent saliera, aún necesitaba ver al presidente de Grupo Estrellas. 
Solo él podía asegurar mi protección y la de Kent. 
Si lograba trabajar con ese gran pez, Kent podría asegurar su posición dentro de la familia Linares, sin estar tan a merced de los demás. 
Regresé a casa con Renán. En el camino, el chofer de Renán manejaba el coche. 
Nos sentamos juntos en el asiento trasero, en silencio. 
Me miró varias veces, como si quisiera decir algo. “Nayri… termina de leer el diario de tus padres.” 
No dije nada, aunque ya lo tenía en mente. 
“Osvaldo está siendo invitado a la cena benéfica de mañana, pero… está en un hospital psiquiátrico. Como su acompañante, si él no va, tú tampoco podrás asistir,” me miró Renán de reojo. 
Lo miré con desconfianza, ¿qué otra amenaza tendria en mente? 
“También me invitaron a mí, puedes ir como mi acompañante,” ofreció Renán, extendiendo la rama de 
olivo. 
Me burlé y miré a Yuria, que esperaba ansiosa y preocupada en el patio. “Si voy contigo, ¿qué pasal con Yuria?” 
Renán frunció el ceño, sin decir palabra. 
Apenas bajé del coche, Yuria corrió hacia nosotros, con lágrimas en los ojos. “Renán, escuché que te lastimaste, ¿qué pasó…?” 
“Estoy bien,” dijo Renán, manteniendo su distancia de Yuria. 
“Renán… prometiste que yo te acompañaría a la cena benéfica de mañana, ya llegó el vestido, ¿podemos probárnoslo?” Yuria se apresuró a decirlo, temiendo que Renán cambiara de opinión. 
Obviamente, Renán ya había hecho esa promesa a Yuria. 
Había prometido acompañar a otra persona y ahora venía a ofrecerme una invitación a mí, qué descarado. 
Bufé y me giré para irme. 
“Nayri…” Renán me agarró de la muñeca y miró a Yuria. “Lo siento, tengo que llevar a mi amor a la