Capítulo 261
Justo cuando Helda irrumpio, yo estaba parada en la entrada.
Ella se detuvo en seco, con una mirada de sorpresa al verme. “Nayri…”
Estaba vestida con la ropa de antes, probablemente parecia mucho a ‘Nayra‘.
Incluso Lucas se sorprendió y maldijo. “Renán, ¿estás loco o qué…?”
“Ella es Ainara, no Nayra, estás completamente loco.” Lucas, entre maldiciones, se acercó a mirarme. “Ainara, ven con nosotros.”
Yo miré a Lucas desconcertada, sin reconocerlo. “¿Tú eres…?”
La respiración de Helda se aceleró un poco. “Nayri, soy yo, Helda.”
Miré a Helda. “Helda, ¿cómo llegaste aqui? ¿Y él quién es?”
Helda, nerviosa, se adelantó y tomó mi mano, hablando en voz baja. “¿Recuerdas… eres Nayra, o Ainara?”
Me quedé perpleja, confundida. “¿Eh? Yo soy Nayra, claro…”
A un lado, Lucas volvió a maldecir. “Maldición… Renán, ¿qué le hiciste?”
Renan dio un paso adelante para protegerme. “Ya lo dije, ella no se irá con ustedes, tiene derecho a decidir por si misma, no tienen autoridad para intervenir.”
“Nayri, él no es más que un mal nacido, no le creas, he venido a llevarte.” Helda, con los ojos enrojecidos, extendió su mano hacia mi. “¿Has olvidado? Kent te está esperando, él es tu marido.”
“Kent…” Me lleve las manos a la cabeza, que me dolia, retrocediendo rápidamente.
Kent.
Osvaldo.
“Nayri.” Renán, ansioso, me abrazo, mirando a Helda con advertencia. “Helda, ell si no quieres que le pase algo malo, ¡deja de hablar de cosas que puedan agitarla!
muy inestable,
Helda, conteniendo su rabia, apretó los puños, con ganas de devorar a Renán. “Das asco, ¿la amnesia de Nayra también tuvo algo que ver contigo?”
Renán no dijo nada, no negó, pero tampoco admitió.
“Nayri, no tengas miedo, ignorales, vamos a descansar,” Renán intentó llevarme de vuelta a la habitación.
Helda, sin rendirse. “Nayri…”
Lucas sostuvo a Helda.
Renán me ayudó a entrar a la habitación, antes de cerrar la puerta miré a Helda y le guiñé un ojo.
Helda se quedó paralizada y luego asintió con cautela.
¿Renán pensaba que Quique era tan capaz?
De hecho… la terapia electroconvulsiva podría confundir mis recuerdos o incluso causar amnesia
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temporal
Pero esta vez, algo salió mal, el experimento de Quique no parecia haber tenido mucho éxito.
“Nayri, no les hagas caso, descansa bien, yo hablaré con ellos.” Renán me sentó en la cama, se arrodillo frente a mi con voz suave, como si realmente me amara.
Yo no dije nada, sentada sin expresión, observándolo levantarse y salir.
“Los que quieren acabar con Ainara son de la familia Linares. ¿hay alguien en la familia Linares en quien se pueda confiar? Que ella regrese con ustedes es como pedir su muerte.” Renán advirtió a Lucas y Helda con voz grave. “Además. ¿tú Helda crees que puedes protegerla bien, o tú Lucas, un simple policia de tránsito, puedes hacer algo por ella?”
*¡Renán, eres un desgraciado!” Helda intento atacar.
Lucas extendió su mano para detener a Helda. “Con la situación actual de la familia Linares, no se puede confiar en nadie, Ainara está más segura aqui… Mira cómo está ahora, parece que no puede manejar más estrés.”
Helda, respirando con dificultad. “Renán, en vida no la valoraste como se merecia, y ahora haces estas cosas repugnantes, eres realmente despreciable.”
Renán bajo la mirada. “Voy a enmendarlo.”
“¿Vas a
a compensarlo?” Helda se giró para mirar a Yuria, quien acababa de regresar de revisar sus heridas. “¿Tu idea de compensación es aprovecharte de la confusión de alguien para mantenerla a tu lado? ¿Y encima también tienes a tu antiguo amor cerca? Eres muy hábil, ¿eh? Quieres tenerlo todo, ¿no tienes miedo morir ahogado eh?”