Capítulo 653 
Aspen y Carol se quedaron sorprendidos por un momento, 
Aunque Aspen ardia por dentro con el deseo, jamás había contemplado seriamente quedarse a dormir. Se giró hacia Carol, esperando que ella tomara una decisión… 
Carol tardó unos segundos en reaccionar, y rápidamente rechazó la idea, 
“No, no, su cama es demasiado pequeña, apretados así no van a poder dormir bien. Mejor que él vuelva a su casa.” 
Después de decir esto, volvió a mirar a Aspen. La intensidad en su mirada la hizo desviar la suya por un momento, y dijo con firmeza, 
“Ya es hora de que los niños se vayan a dormir, tú también deberias irte.” 
Aspen: “…” Sabía que ella nunca le permitiría quedarse a dormir. 
No dijo nada más, en cambio, miró hacia los niños, 

“Tengo que levantarme temprano mañana, quedarme aquí no sería conveniente, pero puedo contarles una historia antes de dormir y luego me voy.” 
Al oir la propuesta de una historia antes de dormir, los niños se emocionaron de inmediato, especialmente Ledo y Luca, 
“¿Tú cuentas historias antes de dormir?” 
“Si, ¿quieren escuchar?” 
“¿Qué historias conoces?” 
“¿Qué les gustaría escuchar?” 
Luca intervino rápidamente, “¿Conoces alguna historia sobre el Yeti?” 
“SI” 
“¡Quiero escucharla! ¡Yo también!” 
Aspen les rasce la cabeza a Luca con cariño y luego miró hacia Carol, 
“Les cuento la historia antes de dormir y luego me voy, ¿puede ser?” 
Carol:“_- 
Ella quería mandarlo a casa ya mismo, su presencia la ponía nerviosa, demasiado nerviosa, sin ningún sentido de tranquilidad. 
La manera en que la miraba, era como un lobo observando a una oveja. 
¡Como si pudiera devorarla en cualquier momento! 
Pero al ver las caritas de ilusión de los pequeños, no tuvo corazón para negarse. Sus labios se movieron ligeramente, y al final cedió, 
“Está bien, pero ya es tarde, no cuentes mucho. Termina la historia del Yeti y te vas.” 
“¡De acuerdo!” 
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Aspen aceptó alegremente, levantó a Luca en brazos y llevó a los niños hacia la habitación, 
“La historia del Yeti puede ser un poco aterradora, ¿les da miedo?” 
“¡No!” Los niños respondieron al unísono, 
Aspen dijo, “Luego no me culpen si se asustan.” 
Los niños no dijeron nada, pero Carol no pudo evitar intervenir, “¡No los asustes, que es tarde!” 
Aspen se giró sonriendo, “Solo estoy jugando con ellos. ¿Quieres venir a escuchar también?” 
Carol se quedó un segundo pensativa, “¡No!” 
Después de rechazarlo, volvió su atención a la televisión, evitando mirarlos. 
Aspen, con una sonrisa en su rostro, los observó unos segundos más y lue 
entró a la habitación con los niños. 
༩ ༩ 
Al escuchar la puerta cerrarse, Carol giró la cabeza, mirando nuevamente hacia donde habían ido… 
Podía oír a los niños charlando animadamente, llenos de preguntas. 
Le preguntaban quién había dado a luz al Yeti, cómo era realmente, si al derretirse significaba que moría, y si podía renacer después de morir. 
Él respondía pacientemente a cada pregunta, su voz profunda y agradable revelaba su cariño y amor por los niños, claramente un padre 
amoroso. 
Carol escuchaba en silencio, sintiéndose aliviada y triste al mismo tiempo. 
El alivio venía de ver que padre e hijos podían llevarse bien, pero la tristeza… 
A pesar de sus esfuerzos por llenar el vacío en el corazón de los niños, la figura paterna era insustituible. 
En lo profundo, los niños aún anhelaban a su padre. Evitaban a su padre solo porque estaban considerando a su mamá. 
Ella suspiró suavemente, su mirada fija en la televisión, pero su corazón estaba en la habitación con ellos. 
No podía escuchar claramente lo que Aspen contaba, pero de vez en cuando oía exclamaciones de los niños, y la atmósfera dentro era cálida y agradable. 
Una sonrisa suave se dibujó en su rostro… 
Sin embargo, ya eran las nueve y media, y la historia del Yeti aún no había terminado.