Capitulo 239 
Torturar a alguien era lo suyo 
No habia dia en que no humillara y torturana a Efrén 
El agua que Efrén bebla, era sacada directamente de un basurero para 
Y la comida, no era más que los restos de lo que él ya habla comido. 
Generalmente, le traia algo de comer cada tres a diez dios. 
De todos modos, siempre le traia suficiente para varios dias. 
Y esperaba a que terminara para traerle más. 
Ni hablar de la ropa, nunca se lavaba. 

Elhedor y la suciedad de la habitación eran tales que hasta las ratas lo encontraban repulsivo. 
El rostro de Liren era lo único que se mantenia limpio. 
Eltodavia albergaba esperanzas 
Soñaba con que algún día alguien lo rescataria 
No importaba can sucio estuviera el lugar, el siempre se las arreglaba para limpiarse la cara con ese agua turbia y 
Porque temia que, si algún día realmente habia una oportunidad de salir, Paloma ya no lo reconocerla 
Elanciano se inclinaba servilmente ante Donato, “Señor, ¿vamos a regresar ahora!” 
Efrény Paloma se lavaron las manos. 
Donato sacó un billete de cien y se lo entregó al anciano. 
“Como siempre, no dejes que se muer 
El anciano tomo el bilete con ambas manos, su mirada avariciosa era imposible de ocultar. 
“Heh, heh, no se preocupe, señor. Siempre he seguido sus órdenes al pie de la letra, cuidándolo bien.” 
Leira apremió, Vámonos, y 
.ya es tarde.” 
Leira era voluptuosa y llamativa, vestida de marcas caras que contrastaban con el lugar. 
Si no fuera porque Donato insistia en traerla cada vez, ella no querra venir para nada. 
Hace tiempo que habla sugerido deshacerse de él pero por alguna razón, Donato se negaba, prefiriendo mantenerlo vivo como saco de boxes. 
Cuando se fueron, el anciano cerró rápidamente la puerta y comenzó a contar el billete con alegría. 
Besó varias veces el bilete brillante. 
*„Ja, ja, qué generoso. Podré comer y beber bien por un tiempo.” 
Pensando en Efrén, sacó algunos analgésicos y antibióticos junto con algo de comida seca Movió la cama a un lado, abrió la tapa superior y bajó la escalera 
Con esos items en mano, descendió 
Al llegar frente a Efrén, anojó las cosas frente a él como quien da limosna. 
“Aquí tienes, esto te durará unos dias. Me voy a divertir por un rato. Asi que come con cuidado, no vayas a terminarlo todo en un dia. No querrás monte de hambre después. Piensa en tu esposa e hija. Estoy seguro de que tienes la fuerza para seguir adelante.” 
Para que Efrén consumiera menos, el anciano le daba la comida calculada para que durara tres dias en lugar de uno. 
Que Efren no haya muerto de hambre hasta ahora, era un milagra en si mismo. 
Efren era su gallina de los huevos de o oro, y no estaba dispuesto a perderlo asi como asi 
Cada vez que Efren era torturado, el anciano le proporcionaba algunas medicinas. 
Mirando con desde el balde de plástico en la esquina, comento, increible cuanto puedes llenar Justo la semana pasada lo vacie, y ya lo has lenado otra vez.” 
Recogió el balde de plástico, cuyo color original era imposible de discernir. 
“Voy a salir ahora y no estaré por unos dias. Hoy lo vaciaré, pero en los próximos dias, trata de hacer menos. Si te llenas, tendrás que beberla tú mismo Si se derrama, te hard lamerlo hasta que quede limpio.” 
El anciano salió del sótano con el balde, pensando en deshacerse de él y luego disfrutar de su libertad. 
Despues de vaciar el contenido del balde y sin siquiera lavarlo, lo dejó de nuevo en el sótano antes de salir 
1/2 
Capnulo 239 
Pero justo cuando estaba saliendo del sótano, sin haber cerrado la tapa aún, Fernando irrumpió con sus hombres. 
Alver el miserable estado de la choza y el agujero cerca de la cama movida, su expresión se oscureció al instante. 
Asique aqui habia un sótano secreto! 
Alver a vanos hombres de negro entrar, el anciano se sobresaltó 
Pregunto, algo asustado, “¿Quiénes son ustedes?” 
“¿Por que irrumpen en mi casa?! 
Saco su telefono intentando alertar a Donato. 
Uno de los guardaespaldas de Fernando avanzó rápidamente, pateando el teléfono del anciano lejos, luego le torció la muñeca hasta romperla y. con una patada, lo dembo al suelo. Su última patada aplastó la rodilla del anciano, 
Crack… 
El viejo s 
sintió 
como su rodilla se quebraba bajo una presión inmensa. 
El gnto que soha, parecido al chillido de un cerdo al ser sacrificado, retumbó hasta los cielos 
Fernando ni siquiera miró hacia atrás al hombre mayor 
Apresuradamente, bajó por la escalera hacia el secreto escondido bajo tierra.