Capítulo 539
Aspen estaba fumando cuando vio a Carol acercarse, y por instinto quiso apagar el cigarrillo que tenía en la mano.
El sabía que a Carol no le gustaba el olor del humo.
Carol le dijo, “Tú sigues con lo tuyo. Fuma, si estás de malas.”
Aspen la miró y aun así apagó el cigarrillo.
Los cuatro pequeños comentaron: “Eso sí merece un punto para papå.”
Aspen preguntó, “¿Quién te dijo que estoy de mal humor?”
No tengo que ser adivina, prácticamente llevas ‘estoy de mal humor‘ escrito en la frente.”
Solo era antojo de fumar.”
¿Y desde cuándo uno apaga un cigarrillo solo por antojo?
Carol no lo confrontó, pero ese pequeño gesto de él apagando el cigarrillo de alguna manera la conmovió.
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Aspen se recargó en un árbol grande con las manos en los bolsillos, mientras Carol, con las manos detrás de la espalda, se apoyó en un árbol más pequeño frente a él.
Ambos charlaban cara a cara, en una postura relajada.
Carol dijo, “Nunca te lo he contado, pero aunque me llamo Carol Paz, ese no es el nombre que mis padres me dieron. De hecho, no sé cómo se llaman mis padres biológicos.
Soy adoptada y hasta ahora no sé dónde están mis padres biológicos, quiénes son, ni siquiera si están vivos o muertos.
Desde que tengo memoria, siempre he recibido desprecios y maltratos de mis padres adoptivos; el amor de un padre o una madre fue algo que nunca conoci. Casi nunca vi una sonrisa en sus caras.
Por eso me esforcé tanto en los estudios, quería cambiar mi destino con el estudio… pero luego la vida me golpeó, me obligaron a dejar la universidad para casarme y mi marido me despreció y me echó de casa…
Pero mira dónde estoy ahora, ¿no dirías que soy feliz?
Digo, la vida se vive feliz o infeliz, pero al final, todos terminamos igual, muertos. Entonces, ¿por qué no disfrutar mientras podamos, no te parece?”
Los cuatro pequeños pensaron: “Pobrecita mamá, algún día haremos pagar a los malos. Pero qué valiente es, usa su propia tristeza para consolar a papá.”
Aspen miró a Carol, tragando saliva.
Ella estaba compartiendo sus propias heridas para consolarlo.
Sus padres murieron cuando era joven, y luego fue llevado a la casa de los Bello, un verdadero infierno. Cada día era una lucha por sobrevivir.
Paulo quería usarlo, el último de su linaje, para controlar la casa Bello y evitar que otros buscaran poder.
Otros querían matarlo para darle una oportunidad a sus propios descendientes.
Muchas noches, solo, se acurrucaba en un rincón, llorando y con un cuchillo en la mano, aguantando hasta el amanecer.
Y había una gran posibilidad de que los Bello fueran culpables de la muerte de sus padres.
Por eso odiaba tanto a los Bello.
La gente decía que Aspen era despiadado, que ni siquiera respetaba a su abuelo o a su tía, que era frío y no entendía lo que significaba ser una familia.
¡Qué fácil es hablar sin saber!
Nadie odia o ama sin razón.
Tenía motivos para odiar a la familia Bello.
Si no fuera por ciertas circunstancias, ya los habría eliminado. La cárcel y el hospital serían sus únicos destinos adecuados.
Su infancia fue sin duda un desgracia, pero comparada con la de Carol, no era tan mala.
Al menos él había conocido la felicidad, Tiberio y Yareni lo habían amado.
Pero Carol…
Nació en paz, pero fue abandonada.
Capitulo 539
Fue adoptada, pero sus padres adoptivos no la querían.
Luchó para entrar a la universidad de sus sueños, pero fue forzada a abandonarla.