Capítulo 71 
Capitulo 71 
Cristian le echó una mirada de desden: “Sin ml, la empresa igual sigue adelante“. 
[Ay, que lastima. ¡Ahi se va mi beneficio! Pectorales, abdominales, trasero y bueno, ya saben 
¡Esa mujer no tenia remediol Cristian cerro los ojos para no verla. En ese momento, no quería escuchar ni un pensamiento más de ella. 
Soraya pensó que estaba cansado por haberla cuidado toda la noche y se levantó para acercarse a él, extendió la mano y la posó sobre las sienes de é: “Amor, déjame darte un masaje, debes estar agotado después de cuidame anoche. 
El levantó la mano intentando detenerla. Pero el masaje era tan placentero que dejó de resistirse y apretó los dedos que aún no habla extendido, ¿quién diria que esa mujer tenia ese don para el masaje? Desde el accidente, siempre habia dormido mal. Apenas lograba dormir un par de horas por noche. 
“Amor, ¿cómo está la presión? ¿Quieres que haga más fuerza? Te lo digo, en esto del masaje soy toda una experta, ni los masajistas profesionales me superan. Eres afortunado, normalmente no me molesto en dar masajes a nadie“. 
Cristian no respondió, el masaje lo había dejado casi dormido. Soraya, viéndolo con los ojos cerrados, se inclind discretamente para admiar su guapura: Wow,qué piel tan buena tione mi hombre, sus poros son incluso más finos que los de una mujer! Y esas pestañas tan largas, la piel de su cara es súper suave al tacto. Uy, qué suavidad, casi como la mia. Eh, será que é no cuida su amiguito? Aquella noche no se sentia tan suave, incluso tenia granitos“. 

El que casi ya se quedaba dormido, se despertó sobresaltado por sus pensamientos indiscretos y la empujó lejos con pánico: “Tú, mantente lejos de mil“. Dios, ¿Su mente solo pensaba en esas cosas? 
Soraya casi cayó al suelo, apenas logró agarrarse de la silla para no caer, se levantó furiosa: “¿Qué te pasa? Te estoy dando un masaje de buena fe y ¿me empujas? ¿En qué te he ofendido?“, 
Cristián, frio como el hielo, le dijo: “Mayordomo, a partir de ahora prepámale una mesa aparte para que coma sola“. 
El mayordomo asintió en silencio, pensaba que la señom parecía haber.cambiado para bien, pero parecia que no del todo, pasaba todo el día pensando en cómo tirarse encima al señor. ¡Pobre de Antes lo rechazaban y en ese momento lo perseguian. 
Soraya enfrió su mirada: “¿Y qué si como sola? ¿Cómo te molesta eso?“. 
¡Hombre insoportable, siempre cambiando de humor ¿Qué, comló dinamita? ¿0 es que tiene necesidades insatisfechas? Maldición, un día de estos voy a explotar y me olvidare de la misión! Mejor nos llevamos a todos al infierno. Y yo que pensaba empezar a tratarte las piemas en secreto esta noche, para que pudieras volver a caminar. Pero si vas a ser así, ya no me importa, dejaré que te sientes en esa silla de ruedas un par de años más. En un rato recojo las agujas de acupuntura que encargue. Después, voy a hacer un muñeco tuyo, escribiré tu nombre completo y te pincharé todos los dias‘. 
El mayordomo, trayendo el desayuno desde la cocina, escuchó los pensamientos de Soraya y tropezó, entonces un plato se le resbalo de las manos y se rompió en pedazos 
Cristián solo lanzó una mirada despreocupada. El mayordomo, aterrorizado, lo miró: “Se… señor Yoyo…” 
Esgera el fin, la señor incluso planeaba hacer brujería contra el señor Estaba aterrorizado de explicarlo, pero sabia que no podia dejar que la señora supiera que podian escuchar sus pensamientos. 
Cristián miró al mayordomo con indiferencia, sin culparlo: “Hazlo de nuevo y limpia esto“. 
“Ah, claro“, el mayordomo respiré aliviado al no ser castigado. Llamó a los demás sirvientes y estos rápidamente limpiaron todo el desastre. 
A Cristian no le importó lo de hacerle brujeria, sino la parte donde ella hablaba de tratar sus piernas. Había visto innumerables médicos que decían que no habia esperanza. Tenia un daño nervioso severo, ¿cómo podria sanar? Sabla que la Somaya de ese momento no era la misma de antes, la inútil, En ese momento ella un alma extranjera, con una misión y sin intenciones puras, pero con habilidades extraordinarias. Si ella no tuviera esa misión y realmente quisiera quedarse, tal vez el podria abrirle su corazón, pero al conocer su verdadera intención, no se atrevió a arriesgarsel En los asuntos del corazón, quien se involucriba primero, terminaba perdido.