Capítulo 750 
“Esta noche me quedo con Laín, ve a descansar al cuarto de al lado.” 
Carol estaba a punto de decir algo, pero Aspen interrumpió, 
“Déjame pasar un rato solo con mi hijo, dame la oportunidad de mostrarme.” 
Carol: “…Está bien entonces, si pasa algo me llamas de inmediato, tú también deberías descansar un poco, normalmente Laín no se despierta a mitad de la noche.” 
“Entendido.” 
Carol se levantó y fue al cuarto contiguo, desde que Laín se enfermó no había podido descansar bien. 
El cuarto de al lado tenía un baño, se tomó una ducha rápida, apenas se había acostado cuando Aspen entró de repente. 
Carol sorprendida, “¿Ya no vas a quedarte con nuestro hijo?” 

Aspen dijo: “El niño está durmiendo, pensé en acompañarte un rato.” 
Dicho esto, se metió bajo las cobijas, atrayendola hacia su pecho, y mientras olía 
su aroma dijo, “Carol, ¿por qué hueles tan dulce?” 
El corazón de Carol dio un vuelco, y al siguiente segundo empezó a latir frenéticamente. 
Ella sabía muy bien que Aspen la deseaba. 
Desde que se habían abierto el uno al otro, él no había dejado de pensar en ello, día y noche, y hoy era el día de su reunión, seguramente tenía ideas. 

Aunque él esa noche no estaba borracho, sí estaba un poco alegre por el alcohol, lo que podría hacer que sus pensamientos fueran más persistentes, tal vez no pudiera controlarse. 
Después de todo, ambos eran adultos, ya habían estado juntos antes, realmente no había motivo para hacerse el remilgado. 
Pero ella todavía se sentía incómoda, todavía no se había divorciado. 
Los asuntos del corazón son involuntarios, pero esto… esto podría controlarse. Preferiría esperar hasta estar divorciada, para entregarse a él sin ninguna carga 
Em Aspen Heals, & pendente e chega delo jon kanta i jabu 
Aunque tante levalla que, a ne te medie og sen 
Capítulo 750 
¡Este mes tenían que divorciarse! 
Aspen, notando que ella se sentía mal, la besó en la frente otra vez, “Deja de pensar en eso, vamos a dormir.” 
Carol suspiró con alivio… 
Después de asegurarse de que Carol se durmiera, Aspen se levantó para ir a ver a Laín. 
Primero fue a la cocina por una botella de agua helada. 
¡Solo de pensar en ese desgraciado esposa de Carol se enfurecía! 
Nunca había entendido el sufrimiento de Carol, la echó a la calle sin más, arruinando su reputación. 
¡Y ahora se tardaba en dar el divorcio! 
Maldito sea, tarde o temprano tendría que sacarlo a relucir y saldar cuentas.