Capítulo 630
“Y era cierto que el lío lo había armado yo, no era culpa suya. Me pasé de la raya provocándolo“, dijo con una sonrisa amarga.
Carol, sorprendida, preguntó, “¿Provocación?”
“Le dije que me gustabas y que se alejara de ti. Que si no lo hacía, iba a tener problemas conmigo. Solo quería ver si se echaba para atrás por miedo, pero en vez de eso, fue directamente a los golpes. Y la verdad, es que se maneja muy bien peleando; yo no tenía chance, soy un desastre“.
Carol:
Si eso era verdad, entonces no necesariamente había peleado por ella.
Con ese temperamento que tenía, seguro no soportaba que lo provocaran. Aunque ella no estuviera involucrada, probablemente igual hubiera peleado después de la provocación de Rick.
¿Entonces, peleó por ella o no? ¿Realmente le gustaba o no?
Últimamente había sido muy bueno con ella, incluso… incluso la había besado y, cuando lo hizo, fue muy… muy…
“¡Carol!“, Tania la sacó de sus pensamientos de repente.
Carol se sobresaltó, “¿Eh?”
Tania le recordó, “¿En qué estabas pensando? Rick te estaba hablando“.
Carol, avergonzada, dijo, “Lo siento, es que… bueno, él es un poco temperamental, no tolera provocaciones, pero es buena persona…“.
La esquina de la boca de Tania se torció, recordándole, “Rick te estaba preguntando si los gastos médicos los pagaste tú o él“.
Aún más avergonzada, Carol respondió rápidamente, “Se lo pasé a Tania, pero fue con el dinero de él. Tómalo, es lo justo“.
En ese momento, su celular sonó. Era Aspen llamándola.
Carol sabía que la estaba apurando para volver, no contestó y le dijo a Rick, “Rick, descansa. Yo no te molesto más. El almuerzo corre por nuestra cuenta, después te llevaremos algo“.
Lo que dijo fue llevarle algo, no lo invitó a comer con ellos.
Rick asintió sin mostrar cambio alguno, sonriendo, “Entonces no me haré de rogar, gracias“.
“No es nada, es lo menos que podemos hacer“. Carol se levantó para irse.
Ella hablaba con Rick, a veces parecía una empleada frente a su jefe, cortés y cuidadosa, y otras veces claramente distraída….
Rick notó eso, sus ojos brillaron de manera diferente, pero su expresión no cambió mientras se levantaba personalmente para despedir a Carol y Tania.
Cuando abrieron la puerta, ¡sorpresa!
Fuera había un grupo de hombres y mujeres en uniforme, al menos siete u ocho.
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El más llamativo, sin duda, era Aspen.
Vestido elegante, con una mano en el bolsillo, sobresalía entre todos, cautivador y con una presencia imponente.
Carol estaba confundida, sin entender qué hacía él ahí.
Antes de que pudiera preguntar, él le agarró la mano.
No la muñeca, sino la mano.
Delante de todos, Aspen la arrastró desde donde estaba Rick hasta su lado, hablando como si fueran un viejo matrimonio,
‘Rick es soltero, y tú, siendo mujer, no deberías estar entrando y saliendo de su casa, no está bien. Que lo atienda un cuidador, tú no te preocupes“.
Después de decir eso, miró a Rick con un cambio radical en su expresión, de una frialdad extrema.
Buscando problemas, aprovechándose para que Carol lo cuidara, ini lo sueñe!
¿Qué se había creído? ¿Merece que Carol lo cuide?
¡Ni él mismo se permitiría eso!
“Yo pago al cuidador, lo considero una obra de caridad. Cuídate y si no te metes en problemas, no te pasará nada“. Con esa advertencia cargada de significado, Aspen tomó de la mano a Carol y regresaron al apartamento de enfrente. Rick observó su figura alejarse, manteniendo la compostura, pero en el fondo, un fuego de ira comenzaba a arder.