Capítulo 597
Carol se sonrojó de repente, sus ojos se abrieron grandes y miró a Aspen con shock
¿Esto no era acaso un acto de descaro total?
Carol, furiosa, levantó su mano y le dio una bofetada, “¡Paf!”
Aspen, sorprendido, agarró la mano que ella intentaba retirar, molesto, “¿¡Y esa por qué fue?!”
No tienes vergüenza! ¡Estás siendo un descarado!”
“¿Cuándo he sido un descarado?!”
“¡Lo que acabas de decir, eso fue un descaro!”
Aspen, con el ceño fruncido, totalmente sin comprender,
“Te vi sin ropa, me aproveché de ti, así que te sientes mal. Ahora te dejo verme a mi, para que te aproveches de mi, ¿no estaríamos así a mano? ¿Cómo piensas que estoy siendo un descarado?”
¡Claramente estaba sacrificándose!
¿Ella piensa que cualquiera puede verlo si quiere?
Carol, con la cara roja, grito,
“¡Quién quiere verte! ¡Eres un descarado! ¡Sueltame!”
Aspen la agarró fuerte, sin soltarla, aunque no entendía por qué estaba tan enfadada, sabia que no podía dejarla ir.
Si la suelta ahora, ¿le volvería a pegar?
Con la experiencia previa, Aspen decidió no discutir más y dijo,
“Solo lo dije sin pensar, si no estás de acuerdo, olvidalo Calmate primero
“¡Primero suéltame!”
“Cuando te calmes, te suelto.”
“Tu…!”
Viéndola aún más enojada, Aspen solo pudo decit,
“Te suelto, pero no puedes pegarme en la cara, en otro lugar está bien”
Carol lo miró furiosa sin decir palabra. Aspen explicó,
“Si me pegas en la cara, la gente lo verá y hablará. „Eso también te afectará at Dirán que Carol es una fiera.”
“¡La fiera serás tú! ¿No sabes por qué te pegue? ¿Por qué no pego a otros? ¡Te pego porque te lo mereces!”
Aspen admitió que la primera bofetada se la merecia
Pero la última, se sentia injustamente tratado.
No tenía intención de ser un descarado, realmente queria resolver el problema.
Aspen guardó su opinión para si
“No digo que no me pegues, pero hazlo en privado. Solo te pido un poco de consideración, puedes?”
Carol sabia a qué se refería, claro que conocía el dicho de no pegar en la cara.
Pero en momentos de furia, ¿quién piensa en esas cosas?
Si no quieres que te pegue, no me provoques!”
Aspen respondió al instante, “Tranquila, ya no te provocaré.”
¡Qué dificil complacerla!
Viendo que se habla calmado un poco, Aspen la soltó.
Carol, de hecho, no volvió a pegare, pero tampoco volvió a hablarte, pasó por su lado hacia el interior de la casa.
Aspen, apurado, volvió a agarrarle el brazo, “Hablemos.”
“No tengo nada que hablar contigo.”
Dijiste que no quieres ver para igualar las cosas, ¿qué puedo hacer para que te calmes?*
“Mantente lejos de mi, mientras te vuelvo a ver, me calmare.”
Lo siento, eso no puedo hacerlo.”
Acababa de pasar unas horas sin verta y ya se sentia inquieto, ¿cómo podría no verta nunca más?
Carol enfadada “Si no puedes hacerlo, entonces no me hables de perdonante Sueltame!
Se rato con fuerza, como una pequeña gata, salvaje enfurecida, mordiendo y pateandolo.
so podian comunicarse bien, Aspen solo queria calmaria.