Capítulo 595
Nathan apenas se tragó las palabras que tenía en la punta de la lengua, cuando la voz de Carol resonó dentro de la casa, “¿Dr. Nathan?”
Aspen le lanzó otra mirada, forzándolo a hablar.
Nathan, completamente exasperado, pensó, ¿pero qué drama es este ahora?
Apuró los labios y respondió a Carol, “…Señorita Carol, aquí estoy.”
Al escuchar la voz de Nathan, Carol finalmente se convenció de que Aspen no mentía,
“Espérame un momento, voy a cambiarme y salgo.”
“Está bien.”
Justo después de que Nathan terminara de hablar, Aspen lo agarró y lo arrastró hacia afuera, empujándolo hacia la puerta,
“Tu ya terminaste aquí, vete a dormir. Y recuerda lo que te dije, ¡no la busques de noche! Y si es absolutamente necesario, ¡ven a mi primero! Ya eres grande, ¡debes saber cómo evitar malentendidos!”
Aspen cerró la puerta detrás de él, dejando a Nathan solo en el pasillo, confundido.
Unos minutos después, la puerta de adentro finalmente se abrió.
Al ver a Carol de nuevo, Aspen sintió cómo el sudor frío le recorría la espalda.
La imagen de ella sin ropa le cruzó la mente por un instante, y tuvo que forzarse a calmarse.
¡Este definitivamente no era el momento para distracciones o fantasías!
Carol apareció con pantalones cómodos y un suéter, y lo miró de reojo antes de buscar a Nathan.
་ འ ཇི ཇི ཟ 『 ཚ ཟེེ Fཎྜ གཽ ཇོ ཕ ཧྲ ཡ ཏྱཾ ཇ ཌ ê ཤ ཏྱཾ ཙྭ ཅུ ཡ ཇི བཽ ༤ ཅོ༅ གཽ ཆ ྃ
Al no verlo, volvió su mirada hacia él, “¿Y Nathan?”
“Tuvo
que irse por una emergencia.”
Carol frunció el ceño, “¿Y el análisis de sangre de Miro?”
“Aquí está.”
Carol se acercó a la mesa de centro, recogió el informe y comenzó a revisarlo.
Aspen le sirvió rápidamente una taza de té de manzanilla, esperando calmar un poco su enfado, “Siéntate para revisarlo.”
Carol lo ignoró, concentrada en el informe. Después de leerlo, dijo fríamente,
“El análisis de sangre de Miro no muestra nada malo.”
Dicho esto, giró sobre sus talones para irse, pero Aspen alcanzó a agarrarle el brazo, murmurando, “Carol…”
Carol, furiosa, “¡No me toques!”
Aspen, asustado, retiró la mano rápidamente, luciendo lastimosamente indefenso y apenado.
Carol le lanzó una mirada fulminante y avanzó hacia la habitación, pero Aspen rápidamente se puso delante, bloqueándole
el paso.
Ella intentó esquivarlo, pero él no le dió chance.
Se movía a la izquierda, él también; ella a la derecha, él igual, siempre delante de ella, impidiéndole pasar.
Carol, ya sin paciencia, le espetó, “i¿Pero qué haces?!”
Aspen, bajando la mirada y con una expresión de disculpa, dijo, “Lo siento.”
“¡No quiero hablar contigo!”
“Me equivoqué.”
Quitatel
Me das una oportunidad para explicarme, por favor?”
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Capítulo 595
“¡No! ¡No quiero escucharte! ¡Ni quiero verte! ¡Lárgate!”
Aspen no se movió, y Carol, furiosa, intentó empujarlo sin éxito.
Utilizó toda su fuerza, pero no logró moverlo ni un centímetro. Finalmente, exasperada, apoyó su cabeza en su brazo ¡y le mordió!
Aspen frunció el ceño de dolor, pero no se movió, dejándola morderlo.
Preferiría que ella le pegara o lo insultara, con tal de no ignorarlo.
Carol mordió con fuerza, hasta que el sabor a hierro llenó su boca antes de soltarlo. Luego, enseñando sus dientes afilados en una mueca amenazante, advirtió,
“¡Si no te apartas, te vuelvo a morder! ¡Y mis dientes son muy filosos!”
Ella esperaba asustarlo, pero Aspen simplemente preguntó, “¿Dónde quieres morder?”
Carol, confundida, lo miró mientras él se remangaba la camisa, mostrando su brazo musculoso, “Muerde donde quieras, como quieras.”
Carol, completamente sin palabras, roja de ira, exclamó, “¿Pero tú estás loco o qué?!”
Aspen, con una mirada de culpabilidad, “Si con eso te calmas, hasta podrías comerte si quieres.”
“¡Tú…”
“De todos modos, no pienso dejarte entrar hasta que hablemos claro,”
Carol apretó los labios, furiosa, “¿Quieres disculparte, verdad? ¡Pues no te perdono! ¿Contento?”
“…No esperaba que me perdonaras, solo quería que supieras, que lo de antes no fue a propósito.”