Capítulo 591
Para Orion y su peculiar grupo de amigos, esto fue una sorpresa Inesperada.
Y también estaban desconcertados, “¿Qué pasa, Aspen?”
“Ya váyanse todos.” Aspen ni siquiera volteó a mirarlos y se fue a grandes zancadas.
Orion guardó silencio por un momento y luego llamó a Nathan,
Otra vez hay problemas con Miro?”
Nathan estaba igual de confundido, “Miro está bien.”
¿Entonces por qué Aspen estaba tan apurado?”
Nathan respondió de inmediato, “¡Eso mismo quisiera saber! Solo le dije que Carol tuvo un pequeño accidente y se puso como loco…”
Orion no pudo evitar pensar que Aspen estaba completamente loco de amor.
¡Si supiera que a Carol la picó un mosquito, capaz se desespera hasta sudar la gota gorda y luego va y extermina a toda la familia del mosquito!
Orion preguntó de nuevo, “¿Fuiste tú quien le dijo que volviera?”
“No, él mismo decidió volver.”
Orion sonrió con picardía.
Después de colgar, les dijo a los demás,
“Este susto no fue en vano, un día de estos organizamos algo y hacemos que Aspen nos dé un show de besos en vivo, ¡por tres minutos!”
Por otro lado, cuando Aspen llegó al hospital ya era entrada la noche.
Corrió hasta la puerta del cuarto donde estaba Carol, intentó abrir pero…
La puerta estaba cerrada por dentro, no podía entrar.
Aspen tocó la puerta, Carol, abre la puerta!”
Carol, que estaba a punto de irse a bañar, saltó del susto al escuchar su voz y luego su corazón empezó a latir desbocado. Todavía no estaba segura si él estaba enamorado de ella.
Pero sí sentía que él tenía algo por ella.
¡Pero ella no sentía lo mismo!
No sabía cómo enfrentarlo, y además, siendo tan tarde y estando sola en su cuarto…
Estar a solas,con un hombre a estas horas no era apropiado, así que prefería no verlo.
Carol se agarró el pecho, paralizada, decidió hacer como que no había nadie.
Pero al siguiente segundo, la voz de Aspen se coló nuevamente,
“Carol, sé que estás ahí, jabre la puerta!”
Carol, frustrada y sin saber qué hacer, se acercó a la puerta y preguntó con cautela,
“¿Qué necesitas a estas horas?”
“Nathan dijo que te lastimaste.”
¿Lastimarme? No, estoy bien.”
“Me dijo que te habías hecho una herida y que sangraste.”
Carol bajó la vista hacia su dedo ya curado, confundida. ¿Eso contaba como una herida?
“Ya está mejor, fue como una picadura de mosquito, no es nada.”
“Abre la puerta, quiero verlo por mí mismo.”
Carol, con el corazón en la boca,
“Es muy tarde, no es conveniente que entres. ¡Hablemos mañana! Ya me voy a dormir.”
Después de decir eso, fingió dar media yuelta y simulo irse, pero en realidad se quedó pegada a la puerta escuchando.
Aspen, conteniendo una sonrisa ante su actitud infantil, no tuvo más remedio que decir,
“Sé que sigues ahí, necesito hablar contigo de algo más, ¡y tiene que ser hoy!”
Dándose cuenta de que había sido descubierta, Carol no tuvo más opción,
¿Qué… qué cosa? Dime.”
“Tienes que abrir la puerta. Entraré y te lo diré en persona.”
“Ya te dije, es muy tarde, dilo desde ahí. Te estoy escuchando.”
Aspen: *…*
Viendo que ella estaba decidida a no abrirle, se dio la vuelta y se fue.
Cuando Carol escuchó sus pasos alejarse y el sonido del elevador abrirse y cerrarse, rápidamente se asomó por la mirilla.
No vio a Aspen.
Luego, con el corazón en un puño, abrió un poco la puerta y asomó la cabeza, mirando hacia ambos lados.
El pasillo estaba vacío, Aspen se había ido de verdad.
“Ay…” Carol soltó un suspiro de alivio, tranquila al fin.
Cerró la puerta, echó la llave y finalmente se fue tranquila a bañarse.
Bajo la ducha, no podía dejar de pensar.
¿Cómo es que él podría haberse enamorado de ella?