Capítulo 585 
Carol estaba nerviosa, “Ya te dije, hombre, que quedarte en casa de Tania no es conveniente, y además no hay cuarto extra para ti“. 
“Entonces traete a tus hijos a quedarse en mi casa“. 
“No, no voy a llevar a los niños a tu casa“. 
“¡Entonces dejemos las cosas como están!” 
Aspen estaba algo molesto, fruncía el ceño y su actitud era muy firme. 
La situación actual era que Laín, Ledo y Luca se quedaban en casa de Tania, Miro vivía en la suya, y Carol iba de un lado a otro. 
Carol lo miraba, respirando aceleradamente, ‘ 

Su expresión era como una montaña rusa, primero fruncía el ceño y miraba con enojo. 
Luego, debido a que su petición fue rechazada, se sentía sin opciones, extremadamente frustrada, conteniendo el aliento. 
Después, fruncía el ceño y mordía su labio, sintiéndose lastimada.. 
Pronto, sus ojos se enrojecieron. 
Aspen: “…” Un segundo antes estaba decidido, pensando que no importaba lo que ella dijera, él no accedería, ¡no se dejaría manipular! 
En ese segundo, su corazón se ablandó. 
Realmente no quería tratarla así, pero ella ya estaba a punto de llorar, ¿qué podía hacer? 
Aspen fruncía el ceño y se ajustaba la corbata, tratando de controlar sus emociones para mantener la calma y no asustarla. 
“No es que quiera ser duro contigo, ni que sea insensible a tus peticiones, es que lo que pides es demasiado. ¡Estás tratando de separarme de Miro, te das cuenta?” 
-Carol mordía su labio y no respondía, “…” 
Aspen estaba tanto molesto como impotente y continuó, 
“Miro ha estado conmigo desde siempre, nunca nos hemos separado. Ahora quieres que él se aleje de mí, ¿has pensado en cómo nos sentiríamos Miro y yo?” 
Carol fruncía el ceño y murmuraba, 
“A Miro le gustaría, él disfruta estar conmigo y con Laín, Ledo, Luca.” 
“¿Pero yo estaría feliz?” 
Carol: “…” Mordía su labio sin decir nada más. 
Aspert, irritado, se ajustó nuevamente la corbata, tratando de apagar su enfado y forzándose a mantenerse calmado, dijo, 
“Sabes que he criado a Miro solo, definitivamente sabes que no estaré feliz de separarme de él, ¡pero aún así insistes! Carol, ¿has pensado en mí alguna vez? ¿Te importan mis sentimientos?” 
“Yo… ¡sí he pensado!” 
Por eso antes le había sugerido que comenzara una nueva relación, esperando que pudiera desviar parte de su atención de Miro, preocupada por cómo lo afectaría separarse más adelante. 
Aspen la miraba con una cara aún más seria, 
“Has pensado pero aún así quieres hacerlo, ¿así que mis sentimientos no importan, verdad?!” 
Carol inmediatamente contraatacó, “¡No es eso! Me importa, yo…” 
Es cierto que a ella no le gustaba él, había estado enfadada y resentida con él antes, pero ahora sabía que él no era una mala persona; realmente había pensado en él. 
Realmente esperaba que él pudiera ser feliz. 
En cuanto a querer llevarse a Miro, ella también se sentía culpable y lamentaba cada vez que lo pensaba, sintiéndose egoísta y cruel. 
Pero simplemente no podia dejar a Miro sabiendo que era su propio hijo, no podía abandonarlo y llevarse solo a los tres pequeños. 
Tampoco podía quedarse con él en una relación sin amor, solo por los niños, convirtiéndose en un “pájaro en cautiverio“. 
Al final del día: ella creía que era más saludable para los niños crecer en una familia monoparental feliz que en una familia biparental infeliz. 
Por eso, decidió llevarse a Miro. 
Aspen no conocía sus pensamientos internos, la miraba y preguntaba, 
“Si te importan mis sentimientos, ¿por qué insistes en separarme de Ma?” 
Carol explicó, “El culpable todavía no ha sido atrapado, me preocupa que puedan volver a hacerle daño a Miro.” 
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