Capítulo 576 
“Aspen, esto no tiene nada que ver con nosotros, ¿por qué te la agarras con nosotros?” 
“Claro, además esta casa antigua es una herencia de los antepasados de la familia Bello, es una propiedad compartida de nuestra familia, no está bien que nos eches así nomás. Esta casa vale un montón de plata.” 
Aspen no les dio vueltas al asunto, 
“Gael, ve si alguien tiene algo que decir, pueden hablarlo en privado.” 
Gael puso el ojo de Paulo sobre la mesa de café con una tranquilidad espeluznante, mirando a la familia Bello, 
“¿Alguien quiere hablar conmigo?” 
La familia Bello, aterrorizada, se quedó callada al instante, sin atreverse a decir una palabra más. 
Abel se acercó, destacó lo que dijo el confidente de Paulo, y luego preguntó, 

“¿Qué hacemos con el 20% de las acciones?” 
Este lamebotas había hecho muchas maldades con Paulo, jes un verdadero desgraciado! 
¡Hasta a Abel le dolía darle el 20% de las acciones, este tipo no merecía estar en lo alto! 
Aspen guardó silencio por unos segundos, mirando al confidente de Paulo, 
“Te doy dos opciones, la primera, es que te vayas de este mundo, y ese 20% de las acciones se lo doy a tu familia. 
La segunda, te quedas vivo, pero tienes que entregarte a la policía, yo me haré cargo de tu familia. ¡Tú decides!” 
Dicho esto, no esperó a que el confidente decidiera, simplemente se marchó. 
Ya le había dado las opciones, lo que él elija ya no es de su importancia. 
De vuelta en su carro, Aspen se masajeó las sienes. 
Aunque había desahogado su rabia, seguía sintiéndose mal. 
La culpa que sentía por Miro no disminuía ni un poco, las palabras de Paulo todavía resonaban en su cabeza. 
¡Todo era por él, por eso Miro había sufrido tanto! 
Si Miro no fuera su hijo, seguramente sería más feliz. 
Comparado con los tres hijos de Carol, ¡la vida de Miro era una desgracia! 
Aspen se sentía mal y preocupado por su hija, con un peso en el corazón. 
De repente, su celular sonó, era Carol. 
Al ver el nombre saltando en la pantalla, un destello de ternura cruzó sus ojos, Carol… ese nombre le traía paz. 
Con el ánimo más calmado, contestó, “¿Hola?” 
Carol sin rodeos preguntó, “¿Has visto a Laín.y a Ledo?” 
“¿Qué pasó?” 
“¡Laín y Ledo desaparecieron! Le pregunté a Luca, y dijo que sus hermanos tal vez habían bajado a tomar aire fresco, pero los busqué por todo el edificio y nada. ¿Se fueron contigo? ¿Están contigo ahora?!” 
Sí, están conmigo, vinieron conmigo, se me olvidó decirte.” 
Carol soltó el aliento que había estado conteniendo, tomó varias respiraciones profundas, y luego se quejó, 
“¡Se fueron sin decirme, quieren matarme del susto!” 
“Me encargaré de llamarles la atención más tarde!” 
“Tú también necesitas que te llamen la atención, no importa si los niños quisieron irse contigo o si tú los llevaste, idebiste decirmelol Ellos son pequeños e inconscientes, pero tú siendo un adulto, ¿también lo eres?“. 
Ser reprendido hizo que Aspen se sintiera mejor, 
“Creo que soy bastante consciente.” 
¡Cara dura! 
Aspen rio, 
“Estaba bromeando, los niños vinieron conmigo por su propia voluntad, pensé que ya te hablan avisado, fue mi error me disculpo. 
Carol apretó los labios, Dónde están ellos? Pásales el teléfonol 
No están conmigo ahora, pero no te preocupes, están seguros Los hovo de vuelta enseguida! 
Carol se calmó un poco antes de preguntar. Ya encontraron al culpable? 
Capítulo 576 
Hablamos cuando nos veamos.” 
Después de colgar, Aspen miró hacia afuera de la ventana del carro con resignación. 
Había notado que esos dos traviesos lo habían seguido, pero estaba tan ocupado que no había podido prestarles atención. 
Guardó su celular, abrió la puerta del carro y se bajó. 
Con las manos en los bolsillos, camínó directo hacia un gran árbol y levantó la vista… 
El árbol había “dado frutos“, ¡dos niños colgados!