Capítulo 493
Cuando Aspen llegó al Barrio Al Futuro, el lugar estaba tranquilo Apenas unas pocas casas tenían las luces encendidas.
A esa hora, la mayoría de las familias ya estaban durmiendo.
Aspen estacionó su carro en un rincón y echó un vistazo a la casa de enfrente de Tania.
Ni la casa de Tania ni la de enfrente tenían las luces prendidas.
Aspen entrecerró los ojos y salió del carro.
Los cuerpos de los gatos callejeros ya habían sido limpiados de la zona, pero el aire todavía estaba cargado con un denso olor a sangre, lo que añadia un aire siniestro a la noche fría.
Camino hacia el edificio número 10, tomó el ascensor hasta el último piso y llegó a la puerta de la casa que estaba enfrente de la de
Tania.
Miro
ó el número de la puerta y tocó el timbre.
Como era de esperarse, el timbre sono pero nadie respondió.
Aspen sacó su celular y fingió hacer una llamada,
“¿La oficina de administración? Soy un residente del edificio 10, unidad 2. Hay una fuga de agua que viene desde el piso que está arriba de mi apartamento, y no hay nadie en casa. ¿Podrían venir al último piso de la unidad 2 para revisar? Estaré esperando aquí…”
Antes de que Aspen terminara de hablar, la puerta se abrió con un chirrido, pero solo dejó una pequeña abertura. Una voz masculina sonó desde adentro, “¿Dónde está la fuga?”
Aspen no respondió y la persona adentro pareció darse cuenta de que algo andaba mal y rápidamente intentó cerrar la puerta.
Aspen fue rápido y bloqueó la puerta con la punta del pie, forzándose a entrar.
El hombre dentro lanzó un ataque inmediato, pero Aspen lo esquivó hábilmente, agarró la muñeca del atacante, y lo empujó contra la puerta.
El intruso también sabía cómo defenderse y logró liberarse, lanzando un contraataque.
Ambos lucharon en la oscuridad, rompiendo cosas a su paso, con el sonido de objetos quebrándose llenando el aire.
Pronto, el intruso empezó a perder terreno.
Viendo que la situación se volvía en su contra, el hombre rápidamente encendió las luces.
Cuando vio que era Aspen, se sorprendió, “¿Eres tú?!”
Aspen lo miraba fijamente, frunciendo el ceño. El hombre estaba vestido de negro de pies a cabeza y aún llevaba una máscara, obviamente estaba preparado por temor a revelar su identidad.
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Su estatura y vestimenta coincidían con la de la misteriosa figura que Aspen había visto esa noche.
Pero había algo…
Una sombra cruzó la mirada de Aspen mientras le preguntaba,
“¿Eres tú?”
El hombre frunció el ceño, pero luego se relajó y soltó una risa,
“Me imaginaba que vendrías, pero no tan rápido. Sabía que las cámaras de seguridad había sido manipulados por Laín.
¿Qué fue?, Laín te mostró el video y viste que Tania sacaba los gatos muertos de este apartamento, y por eso viniste?”
Aspen no siguió la conversación y cambió de tema,
“¿Quién mató a esos gatos, tú o Tania?”
“Adivina,” dijo el hombre con una risa y luego miró hacia el sofá,
“Ya que estás aquí, siéntate y hablemos. Supongo que tienes más preguntas que hacerme, en lugar de simplemente matarme.”
Caminó hacia la cocina, y al ver que Aspen se quedaba de pie, se volvió y dijo,
“¿Qué pasa, tienes miedo de sentarte? ¿Temor a algún plan mío? No te preocupes, de todas formas no puedo ganarte. Te serviré un vaso de agua, así podemos sentarnos a charlar.”
Aspen respondió con frialdad, “Tú no eres él.”
El hombre se detuvo un momento y luego preguntó con una sonrisa, “¿No soy quién?”
Aspen no quería perder más tiempo y advirtió,
Capitulo 493
“Estoy buscando a otra persona, no a ti. No te hagas daño a ti mismo. ¿Dónde está?”
El hombre frunció el ceño, se tomó un segundo y luego corrió hacia el dormitorio.
Aspen lo siguió rápidamente.
El hombre ya tenía agarrada a una anciana por el cuello, amenazando, “Si no quieres que muera, déjame ir.”
La anciana no mostraba signos de vida, como si estuviera inconsciente.