Capitulo 448
Miro funció el ceflo con dolor de cabeza
¿Quién queria un papá tan tonto? Mejor llévenselo!
Aspen, muy serio, dijo,
“Le pediste a Lain ya Ledo que te ayudaran a buscar a tu madre, seguro que la extrañas mucho. ¿Qué pasa si, después de que Carol y yo estemos juntos, ella regresa de repente?”
Miro respondió, “¿Y si encuentras a thi mamá y está con otro hombre? ¿Qué harias?”
Aspen frunció el ceño, “Entonces tendré que compensarla de otra manera.”
Miro dijo, “Igual, si ella regresa y ya estás con mami, entonces compensala de otra manera. ¡Deja de mencionar a mi mamá en cada conversación! Lo tuyo con Carol, es algo entre ustedes dos, inadie más debe involucrarse!”
Miro con el ceño aún fruncido, pregunto.
“¿Papá, ni siquiera quieres intentarlo? No te estoy forzando, solo quiero que lo intentes.”
Pero Aspen, en su interior, no queria,
Pero dijo, “Está bien, papá no te fallará en lo que prometió.”
Miro, insistente,
“Papà, lo que Lain te dijo es cierto, no le gustas a mami, y para que te diera una oportunidad, tuve que hablar mucho. Esta oportunidad
dificil de tener, ¿podrías ponerle un poco de ganas?
Aspen solo miraba.
Miro, con cara de pocos amigos, dijo, “En el futuro, definitivamente agradecerás lo que estoy haciendo ahora. Créeme.”
Aspen entrecerró los ojos, ¿Qué quieres decir?”
Miro no explicó más. Penso en Ayla,
“Ahora que papá sabe la verdad de cómo Ayla me salvo aquel entonces, mejor no te acerques tanto a ella. Aunque ella no estuviera, alguien más me habría llevado contigo. Solo pasé por sus manos, no es realmente mi salvadora.
Al hablar de esto, Aspen frunció el ceño nuevamente,
Después de saber la verdad, no pensó mucho en Ayla. Estaba más interesado en esa persona misteriosa.
Esa persona realmente habia planeado todo muy bien, desde hace cinco años!
“Papá debería concentrarse completamente en mami. Si logras ganarte su cariño, tanto tú como yo seremos felices. Papa, la felicidad. de tu hijo está en tus manos.
Aspen, un poco dolido pero sin poder decir nada, solo asintió, “Papá entiende.”
Bang!
De repente, un ruido sordo vino de afuera, seguido por el grito frio de Carol.
Miro, preocupado, corrió a ver qué pasaba.
Aspen también se levantó y lo siguió.
En la puerta del baño, Carol, vestida con un pijama de algodón conservador y con el cabello suelto, estaba frotándose la frente y murmurando de dolor
Miro, nervioso, preguntó, “¿Qué pasó, mami?”
Carol, algo confundida, miró a Miro, “Miro, ¿también despertaste? ¿Mami te desperto?”
“No, mami. ¿Te duele la cabeza?”
“Si, giré muy rápido y sin querer choqué con el marco de la puerta.”
Aspen, con las manos en los bolsillos y rodando los ojos en desaprobación, pensó
Una adulta y todavia–choca con el marco de la puertal-
¿Qué le gusta Miro de ella?
¿Le gusta que sea torpe?
“Papa, a mami le dolio!” llamó Miro.
Aspen, con las manos aún en los bolsillos, comentó sin piedad, “Que se muera por torpe, yo puedo pagar su funeral.”
Carol, entre dientes, dijo, Gracias, pero no es necesario! ¡Voy a vivir muchos años!*
Dicho esto, se volvió hacia el baño y–Bang!-se golpeó de nuevo.
Carol, adolorida pero sintiendo la mirada despectiva de alguien, afirmó con terquedad.
“¿Qué miras? ¡No duele! ¡No me duele nada!”
Dicho esto, entró al baño con el rostro tenso
Miro,
Aspen, “…”
Ahora no solo se preguntaba qué le gustaba Miro de ella, sino también qué le vela esa p
Incluso quería llevársela a casa como esposal
Si no fuera por Miro, no necesitaría secuestrarla, él mismo se la llevaria