Capítulo 342
Carol queria que el volviem a su casa a dormir.
Sin embargo, aunque movió la boca, las manos y hasta los pies, como una loca tratando de despertado en voz baja, gritando, golpeando y pateando, no logró despertarlo.
Era un completo ecos, uno intentando hacer de todo y el otro tranquilo como un pollo durmiendo.
¿Tú haz lo tuyo, que yo dormire lo mio, sin molestamos!
Lo máximo que hizo Aspen fue fruncir el ceño, y luego… nada,
Ni siquiera parpadeo.
Viendo que despertarlo para
ara que se fue
fuera a su cosa era imposible, Carol llamó a Abel y a Orion.
¡Esperaba que pudieran llegar a llevarse a ese hombrel
Pero, claro, si ellos dos fueron quienes lo mandaron hasta all, ¿cómo iban a responder a su llamada?
Abel y Orion se hicieron los muertos.
Como dice el dicho, nunca esperes respuesta de alguien que se hace el muerto, así que Carol no pudo contactar ni a Abel ni a Orion.
como solo tenia esos números, tampoco conocia a otros amigos de Ape
Por lo tanto, esa opción de llevarse a Ape también se cerró.
¿No seria demasiado llamar a Miro a esas horas, verdad?
¡Miro todavia era un niño! ¿Cómo iba a ir hasta alla a buscarlo?
Pensandolo bien, Carol abrió una app en su teléfono, intentando contratar a alguien para que se lo llevara.
¡Pero por más de una hora no hubo quien aceptara el trabajo!
Era algo completamente fuera de lo común, ¡increible!
No podía quedarse esperando así, así que, después de pensarlo, se armó de valor y decidió llevarlo ella misma.
Volvió a su casa, se puso ropa deportiva y se recogió el pelo en una cola de caballo.
Al salir, se arremangó, agarro a Aspen por una pierna e intentó arrastrarlo al ascensor
¡Pero no se movió!
Abandonando el intento de arrastrarlo, intentó levantarlo pasando su brazo alrededor del cuello de Aspen, esperando poder sostenerlo
asi.
Como era de esperarse, ino lo logról
Usó todas sus fuerzas, pero no logró moverlo ni un centimetro..
Aspen podia parecer delgado, pero no era nada ligero. Era un aficionado al fitness, amante del deporte, no solo tenia un cuerpo bien formado, sino que también tenia unos músculos impresionantes.
Y con su estatura de casi un metro noventa, ¿Carol pensaba moverlo?
¡No tenia cómo!
Después de un gran esfuerzo y sin éxito, Carol tuvo que pedir ayuda a los guardias de seguridad del complejo.
Mejor molestar a otros que seguir esforzándose sin sentido.
Los guardias conocían a Carol y a los tres chicos, y al ver a Aspen de inmediato dijeron,
“Srta. Carol, ¿a dónde piensa llevar al padre de los niños a estas horas de la noche?”
Carol se apresurò a corregirlos, “¡El no es el padre de mis hijos! Solo se parecen,
“¿Ah? ¿No? ¡Pero si se parecen tanto! ¿Quién es él entonces?”
“¡Un patán de primera!”
Eh?
“Alguien sin importancia. Por favor, ayúdenme a llevarlo a la entrada del complejo. Está borracho; quiero llevarlo a casa.”
Viendo que Carol no quería hablar más del tema, los guardias, sabiendo leer entre lineas, no preguntaron más y entre los d a levantar a Aspen.
dos ayudaron
Capitulo 342
“Uy, este patán parece flaco, pero quién diria que pasa tanto
Carol se quejó, “Parece un perro, pero en realidad es un cerdo.
Un completo desastre, como un perro feroz, pero con el peso de un cerdo.
Con la ayuda de los guardias, lograron meter a Aspen en un taxi.
Carol queria sentarse en el asiento del copiloto, pero al conductor no le hizo mucha gracia,
“Señorita, mejor siéntese atrás. Está tan borracho que me preocupa que esté solo atrás, y si de repente quiere vomitar o algo, usted puede cuidar de él
A regañadientes, pero siguiendo el consejo del conductor, Carol se sentó atrás.
Apenas el carro arrancó, Aspen se desplomó sobre ella.
Por instinto, Carol lo empujó con fuerza.
“¡Pum!”
La cabeza de Aspen golpeó el vidrio del carro.
El conductor se asustó, “Señ… señorita, ¿está bien?”
Con toda la confianza del mundo, Carol respondió, “Tranquilo, ¡no se va a morir! Siga conduciendo tranquilamente.”