Capítulo 22
La pregunta del hombre dejó a Gloria en silencio. No era buena en nada.
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Yuna dijo inmediatamente, “Sr. White, ¿por qué no le pides que cante? Con su voz, debe ser divertido. cuando canta.“
Las cuerdas vocales de Gloria estaban dañadas, lo que le confería una voz ronca y desagradable. Por ende, rara vez hablaba, y cuando lo hacia, lo hacia en voz baja.
“Su voz es tan desagradable cuando habla. ¿Puede cantar? Preguntó el hombre confundido
Yuna se sentó en el muslo del hombre y coqueteó con él. “Sr. White, puedes disfrutar de grandes voces en otros lugares, pero su voz es única y te divertirás. Solo pidele que cante para ti. Si no te gusta, podemos tapamos los oidos con taponesiSera divertido!.”
“Su voz es tan desagradable. ¿Estás segura de que quieres escucharla cantar?” dijo el hombre.
“Esa es exactamente la razón por la que quiero que cante. Tengo curiosidad por lo insoportable que será Dijo Yuna mientras apoyaba su pecho regordete en el brazo del hombre.
“Sr. White, ¿qué dices?”
El hombre quedó satisfecho con el servicio de Yuna. No le importaba si Gloria estaba de acuerdo o no y dijo: “Está bien, te escucharé.”
Mientras hablaba, acariciaba el muslo de Yuna.
El hombre sacó un fajo de dinero de su maletin, mirando a Gloria mientras le decía: “Soy una personal razonable. Aquí tienes diez mil dólares. Recibirás quinientos dólares por cada canción. Puedes tomar tanto dinero como quieras.”
“Sr. White, ¿por qué le ofreces tanto dinero?” dijo Yuna con insatisfacción.
El hombre sonrió, tratando de lucir encantador.
: “Cariño, no te preocupes. Te daré más dinero después.”
Le dijo a Yuna
“Sr. White.” Yuna fingió estar tímida y se apartó del muslo del hombre.
Le entregó el micrófono a Gloria y sonrió, “Gloria, he elegido las canciones para ti.”
Gloria tomó el micrófono en silencio. No se sorprendió por las canciones agudas que Yuna habia elegido para ella.
Era evidente que Yuna queria humillar a Gloria frente al señor White.
Si las cuerdas vocales de Gloria no estuvieran dañadas, podria cantar muy bien.
Cuando la voz ronca de Gloria resonó en la habitación, el hombre frunció el ceño, y Yuna le entregó amablemente tapones para los oidos.
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Capitulo 22
J
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Gloria continuo cantando, pero nadie la estaba escuchando. El hombre abrazaba a Yuna y miraba una pelicula, mientras Yuna jugaba en su teléfono.
Nadie le pidió a Gloria que se detuviera, y casi perdió la voz
Aguanto el dolor en sus piernas. Incluso con el micrófono, apenas se porlía escuchar su voz.
“Estä bien, ya es hora El hombre se levantó de repente, se quitó los tapones para los oídos y le frunció el ceño a Gloria. Toma todo el dinero de la mesa.
Yuna también se levanto. “Sr. White, ella no ha terminado de cantar todavia.”
“Bueno, cariño, ya tuve suficiente. Ha perdido la voz y tenemos cosas más importantes que
Yuna no estaba convencida, pero no era lo suficientemente tonta como para contradecir al
Bajo la mirada y sonrio tímidamente.
hacer.
invitado.
El hombre quedo satisfecho con la reacción de Yuna. Sonrio y salió de la habitación con ella.
Al pasar por Gloria, Yuna se detuvo y dijo con orgullo: “Has perdido tu voz. Y no tendrás que hablar en tu voz desagradable por un tiempo. Deberias agradecerme. Te pedi que cantaras, y tu voz ahora es mejor.”
Gloria se mantuvo en silencio. Después de que el hombre y Yuna se fucron, no pudo aguantar más y cayó al suelo con un fuerte golpe.
Mientras estaba sentada en el suelo, se masajeó las rodillas y los músculos para aliviar el dolor en sus
Se levantó, estiro su mano temblorosa y agarró el dinero de la mesa. Luego, salió
“Christine, por favor deposita este dinero en mi cuenta.”
“¿De dónde lo sacaste?” preguntó Christine con curiosidad.
¡Pues no le habia dado ningun trabajo a Gloria!
“Además, ¿qué pasó con tu garganta?”
“No es nada, no cante mucho. Alguien me pidió que cantara para un hombre rico. El me dio el dinero.”
Christine sabia que Gloria no le diria más al respecto. Asintió con calma y respondió ligeramente. Luego, tomó el dinero de Gloria y le entregó una taza de agua. “Bebe.”
Gloria bebió toda el agua de la taza. El frio en los ojos de Christine se hizo más fuerte.
Gloria tenia sed. Debió haber cantado mucho, o no estaría tan sedienta.
“Christine, voy a cenar“, dijo mientras se dirigia al Club Fittro, donde solía cenar todas las noches. La hora de la cena se acercaba y Gloria tenia hambre.
Después de la cena, esperó a que terminara la jornada laboral y regresó al dormitorio.
Lillian, su compañera de cuarto, había regresado antes que ella
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Capítulo 22
Cuando Gloria entró en la habitación, Lillian se levantó de repente, “Gloria.”
Gloria asintió, pasó por la sala de estar y se dirigió a su dormitorio.
“Gloria, ¿es verdad? “Lillian gritó.
Gloria miró a Lillian confundida.
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“¿Es verdad?” Lillian preguntó. “Gloria, todos dicen que harías cualquier cosa por dinero… Te arrastraste por el suelo y suplicaste por misericordia. Dime, no es verdad.” Lillian estaba un poco agitada.
Las palabras de Lillian fueron como un mazo y golpearon el corazón de Gloria.
El cuerpo de Gloria se tensó y se balanceó ligeramente. Después de recuperar el equilibrio, miró a Lillian con indiferencia. “Es verdad.”
“¡Entonces, lo que dijeron era verdad!” Los ojos de Lillian se abrieron de incredulidad y exclamó: “Gloria, pensé que te conocia. Venderias tu dignidad por dinero.
“Gloria, ¿cómo puedes hacerte eso a ti misma?” Lillian acusó a Gloria enojada, “iMe engañaste!”
Gloria se quedó parada en la puerta del dormitorio. Escuchó a Lillian con calma y aún le sonrió.
“¿Por qué sigues sonriendo?” Lillian no podía creerlo. “¿Qué te pasa? Gloria, čestás dispuesta a hacer cualquier cosa por dinero?”
Lillian gritó a Gloria, “¿El dinero es tan importante para ti?”
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