Capítulo 2 Segui a Renán hasta la comisaría. “Señor Hierro, necesitamos que confirme unas pertenencias”. Los policías llevaron a Renán para que reconociera unas pertenencias halladas en la escena ropa, celular, bolso, todo eso era mío. Él tenia una expresión terrible, y después de un rato, finalmente habló: “¿Dónde está ella?”. “Lo siento, señor Hierro, según la investigación preliminar, es muy probable que haya sido víctima de un crimen, pero aún no hemos encontrado su cuerpo”. “Entonces no busquen más, no gasten recursos en ella, no le ha pasado nada”, el soltó una risa fría. “Ella solo dejó esas cosas allí a propósito, para crear suspenso, hacerme sentir culpable y ceder”. Renán no creia que yo estuviera muerta. En sus ojos, yo era solo una villana que no se detendría ante nada para lograr su objetivo, deseaba que realmente estuviera muerta. “¿Está seguro, señor Hierro?”, el policía lo miró con duda. “Seguro”, él asintió, muy serio. “Disculpen el inconveniente, yo me encargaré de esto, en tres días la encontraré”. Sus ojos de estaban oscuros, estaba claramente enfadado. Yo lo conocía demasiado bien, estaba enojado porque esta vez habia ido demasiado lejos. De repente, quería reirme, y a su lado empecé a reir y luego va no.D estaba muerta, y él estaba retrasando la investigación. Como aquel día en que mori, mi última llamada de auxilio fue para él, pero después de contestar solo dijo irritado: “Nayra, ¿no te cansas? ¿Por qué no te mueres?”. Desesperada, dejé caer el teléfono, el asesino me atacó, me llevó lejos y mori. “Helda, ¿dónde está Nayra? Que se deje de esconder y vuelva, al salir de la comisaria, Renán llamó a Helda, furioso. Helda Morales era mi única amiga, ni siquiera pude despedirme de ella. “¿Qué te pasa, Renán? Yo también quiero saber de ella, ¿dónde está Nayri? ¿Qué le hiciste?”. “Dile de mi parte que le doy una última oportunidad, que vuelva a casa mañana mismo, si no, aunque muera afuera, no recogeré su cuerpo”, Renán estaba desesperado. La verdad, yo no entendía por qué se agitaba tanto, hasta su respiración era entrecortada. Parada alli, me rei con sarcasmo diciendo:
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“No tienes que encargarte de mi cuerpo, porque nunca lo encontrarás”. “Renán, Nayri ha desaparecido, ya llamé a la policia, si le pasa algo, no te dejaré tranquilo, desgraciado”, Helda gritaba y lloraba mientras lo insultab Renán sintió un apretón en el pecho y respondió con una sonrisa irónica: “¿Este es su nuevo truco? ¿Usar esto para forzarme a casarme con ella? Qué bajo han caido las dos”. Mis ojos se nublaron mirando a Renán. En ese momento, realmente me senti muerta por dentro. Una semana antes del incidente, en una noche de fuerte lluvia y truenos, Renån me había presionado contra la cama con una mirada helada y amenazante “Nayra, no paras de seducirme, ¿qué, te mueres por hombres?”. 1/2 Capitulo 2 “No es eso Renán, teniamos un compromiso de matrimonio, fuiste tú quien no lo cumplió” Pero, él ignoró mis explicaciones. Me agarró la barbilla y me besó sin un ápice de amor, solo deseo brutal. “¿No es esto lo que querías? ¿Para qué fingir?”. “Renán, por favor, me duele el estómago, lloraba suplicándole, pero no me soltó. Me agarró por la cintura con fuerza, como si quisiera lastimarme. En ese momento, senti que realmente quería morirme. “Nayra, empujaste a Yuria por las escaleras, casi la matas, todavía tengo ese asunto pendiente contigo. No te he denunciado y tampoco te he mandado a la cárcel, he sido más que generoso contigo, ahora deja de jugar, ¿quieres que me case contigo? Mejor olvidalo”. Al final, ya no podia hablar, mi garganta estaba seca, quise decirle que no fui yo, no la empujė. La sangre oscura brotaba entre mis piernas, un dolor agudo en el vientre, tan intenso que no podia respirar: “Renán me duele mucho, por favor, llévame al hospital En ese momento, sabia que algo andaba mal. “Qué mala suerte”, él me dejó a un lado con desprecio se vistió y penso en llevarme al hospital. Pero justo entonces, sono su teléfono. “¡Renán! ¡Renán ayúdame! Creo que ese asesino loco me tiene en la mira, ¡sálvame!”. Él palideció de repente, agarró su ropa con desespero y salió corriendo. Estaba demasiado preocupado por Yuria, ¿cómo iba a preocuparse por mi? El dolor me hizo caer de la cama, me encogi en el suelo Alguien… Renán… Por favor, no me dejes”.