Capítulo 361 
“Lo siento…” tardé un rato en empezar a hablar. “No importa si lo crees o no, nunca tuve la intención de lastimar a Renán…” 
Levanté la mirada hacia Teresa. “Tú conoces la situación de Osvaldo, cuando pierde el control también tiende a autolesionarse y a tener pensamientos suicidas, no puedo abandonarlo, tampoco me divorciaré de él.” 
“Además…” Tomé una respiración profunda, mirando fijamente a Teresa, y dije lo que siempre había reprimido. “¿De verdad cree que un abusador… se arrepentirá de maltratar a su víctima?” 
Teresa se quedó pasmada por un momento, frunciendo el ceño hacia mí. “¿A qué te refieres?” 
“Para Nayra, Renán era un abusador, y usted… una espectadora. Debía haber intervenido, pero hizo caso omiso, también es cómplice…” Mi voz temblaba ligeramente. 
“No sabes lo que Renán le hizo a Nayra, ¿verdad? lo que Renán le hizo a Nayra. Los actos S*xuales forzados sin consentimiento de Nayra, ¿qué cree que es eso…?” 
El rostro de Teresa se ensombreció por un momento. “No hables de Nayra así, ella amaba a Renán, su relación era consensuada.” 
Mis dedos se apretaron, y solté una risa amarga. “No definas ningún acto de violencia como amor. Nayra lo amaba, pero eso no significa que esté dispuesta a ser poseída por él, violada por él, humillada por él, torturada por él…” 
“Nayra apenas estaba embarazada y usó una prueba de embarazo, la tiró al bote de basura por miedo, y luego, temerosa de que la empleada la encontrara, quiso recuperarla, pero ya no estaba…” Hablé en voz baja, mirando a Teresa. “Fue usted quien la tomo, ¿verdad?” 
Teresa se sobresaltó, mirándome sorprendida, como si no pudiera creer que conociera ese 
detalle. 
¿Nayra podría haberle contado todo a alguien? 
Teresa me miró con sospecha y no dijo nada. 
“Sabía que Nayra estaba embarazada, y aun así no detuvo ninguno de los abusos de Renán. Así que… si Renán ha llegado a este punto, lleno de remordimientos, incluso queriendo suicidarse, usted tiene una responsabilidad total e ineludible. Así que… el suicidio de Renán es algo que usted debe afrontar, no yo.” 

Me pareció absurdo, ¿por qué… siempre intentan huir? 
Huir de la realidad. 
“Creo que incluso si Nayra estuviera viva, jamás perdonaría a Renán… El daño ya está hecho, y si su automutilación y masoquismo pudieran reparar todo, entonces todo el dolor que sufrió Nayra sería merecido.” 
Dije con voz temblorosa, empujando la tarjeta hacia atrás. “Lo siento, no soy Nayra, no puedo ayudarte, busque otra solución.” 
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Capítulo 361 
Me levanté, lista para irme. 
Teresa se recostó en su silla, respirando profundamente. “Podrías haberme rechazado desde el principio, en la puerta de la familia Linares, ¿por qué viniste?” 
No dije nada, quizás fue por los años de cuidados que había recibido. 
Después de todo, ella me acogió en mis momentos más difíciles. 
“Es tiempo de arrepentirse, de lo contrario…” Teresa me amenazaba. 
No respondí, simplemente me fui. 
“Entrega las cosas a la policía.” Teresa llamó por teléfono mientras yo entraba al ascensor. 
La forma en que me miró fue profunda y complicada, como si me tuviera lástima, pero era más como… mirar a una persona moribunda. 
De camino a casa desde el restaurante, compré un pulpo a la gallega en un puesto callejero. 
No sé por qué… pero tenía la sensación de que a Kent le gustaría. 
Mis ojos me ardían y no entendía por qué estaba llorando, las lágrimas simplemente no se detenían… 
Renán, nunca pensé que intentará suicidarse, tampoco pensé en perdonarlo. 
¿Cuál es el sentido de todo esto ahora? 
“Nayra… no me chantajees más con el compromiso, pregúntate si realmente quieres casarte conmigo.” 
En el pasado, Renán me preguntaba después de beber si verdaderamente deseaba casarme con 
él. 
“Nayra, das asco…” 
“Tu cariño no vale nada.” 
“¿Por qué no te mueres…?” 
“Nayra, tú eres mía, ¿entiendes?” 
Las repetidas heridas de Renán fueron como dejar una marca en mi cuerpo, contradictoriamente quería poseerme, pero me alejaba con desconfianza. 
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