Capítulo 359
Desde el principio supe que él estaba en guardia con todos, y ahora que quiere hacer limpieza, empezó a silenciarlos uno por uno…” Teresa murmuraba para sí misma con una furia contenida que hacía resaltar las venas en su frente.
“A las seis, en el Restaurante de la costa, encuéntrame para hablar de las nuevas condiciones. Si no vienes, no me culpes si no soy amable contigo.” Me lanzó esa última amenaza antes de irse.
Una vez que su carro se perdió de vista, corrí hacia el bote de basura para buscar el sobre que Kent había desechado, aquel que contenía las fotos que Yuria había traído.
Kent había roto las fotos en pedazos, pero aun así las junté una por una.
En ellas, estaban las pruebas de un encuentro entre Ainara y Quique.
Eran imágenes de Ainara y Joel, reunidos a escondidas con Quique.
Y también, Ainara llevando a un niño de la calle a ver a un rostro desconocido.
No, espera… no era un desconocido.
Recomponiendo las fotos lo mejor que pude, mi respiración se entrecortó.
El hombre al que Ainara había llevado al niño, era la segunda víctima del caso de los cuerpos mutilados…
Se decía que también estaba metido en el negocio de importación y exportación.
Combinado con lo que Teresa dijo sobre las consecuencias… parece que la identidad de Ainara no era tan sencilla como creía.
Llegué al Restaurante de la costa antes de las seis. Teresa ya estaba allí, esperándome.
Era una mujer de armas tomar, mi madre solía hablar de ella, decía que la familia Hierro se sostenía gracias a su fuerza, que su esposo, el padre de Renán, era solo una figura decorativa.
Teresa también era una mujer digna de lástima. Su matrimonio era en nombre solamente; después de tener a Renán, el Sr. Hierro casi no pasaba tiempo en casa. Durante mis años con los Hierro, podía contar con los dedos de una mano las veces que vi a su esposo.
“¿Cuánto te pagó Quique para que te hicieras pasar por Nayra, para acercarte a Osvaldo, convencerlo de vender el Grupo Linares y arruinar a la familia Linares?” preguntó Teresa con frialdad. “¿El siguiente paso es nuestra familia Hierro?”
Me quedé sin palabras, no repliqué, solo digería lo que decía Teresa.
Ella pensaba que yo era gente de Quique, que él me había mandado a propósito a acercarme a Osvaldo y a Renán.
“No entiendo a qué se refiere“, dije con la voz baja.
La familia Hierro, la familia Linares, por qué ambos eran objetivos de Quique.
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“No hay necesidad de ocultarlo, Ainara. No te habría buscado sin tener suficiente información sobre tl.
Crees que en el tiempo que estuve fuera estaba de vacaciones?” Teresa soltó un bufido, “Quique se deshizo de los que tenía que deshacerse, ¿crees que me quedaría esperando mi turno?”
Frunci el ceño, sin decir nada.
“He investigado sobre tl. ¿sabes por qué te pareces tanto a Nayra?” preguntó Teresa con calma. “¿Sabes por qué él te eligió para imitar a Nayra? Porque, en cierto sentido, tú y Nayra compartían los mismos genes.”
La miré, estupefacta. “¿Qué quiere decir…?”
Teresa tomó un sorbo de su bebida, sonriendo sutilmente. “Como un intercambio de secretos de igual valor, necesitas decirme qué condiciones te puso Quique.”
Me dolía la cabeza, no tenía ni idea de qué trato había entre Ainara y Quique. “Solo puedo decir… que no recuerdo, pero hay un compañero llamado Joel, él dijo una vez que el señor nos había hecho hacer ciertas cosas…”
No sabía si ese señor era Quique.
“Hay una alta probabilidad de que Quique te haya controlado“, dijo Teresa con voz profunda. “No por nada es Quique. Me imaginé que te iba a lavar el cerebro, luego te implantaría recuerdos de Nayra, haciéndote creer que, al despertar, eras Nayra.”
Teresa murmuró para sí misma, “Este tipo sí que está loco.”
No dije nada hasta que pensé en lo que Teresa quería decir con tener los mismos genes.
“La esposa de Alfredo es infértil y Alfredo tiene azoospermia congénita, lo que significa que, juntos, no pueden tener hijos en el sentido tradicional.” Teresa me miró y explicó en voz baja.
Me quedé mirando a Teresa, atónita. ¿Entonces Ainara tampoco era su hija biológica?
“Al principio, Alfredo y su esposa le rogaron a la mamá de Nayra que les ayudara a tener un hijo. La mamá de Nayra le hizo una fertilización in vitro y una transferencia de embriones a la Sra. Galindo, y este embrión tiene el mismo gen que Nayra. “Teresa frunció el año.
“Solo sé eso, por ahora.”
Ella solo sabía que Nayra y Ainara eran embriones congelados en el laboratorio con fines experimentales, y que la mamá de Nayra solo había mencionado de pasada que tenían el mismo ADN original.
“Después de casarme con Osvaldo, Quique no permitió que nadie se me acercara para pedirme nada, todo lo que pasó… fue natural, creas o no, el suicidio de Renán no tiene mucho que ver
conmigo“, intenté explicar.
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