Capítulo 294 
Elías inconscientemente protegió su rostro.. “Pegar es una cosa, pero la cara se respeta, te lo advierto.” 
“Elías, tú estás a cargo del caso, tienes el derecho de conseguir la orden para ver a Osvaldo. Ahora el manicomio no nos deja verlo, pero tú puedes.* Agarré la muñeca de Lucas y lo miré fijamente a Elías. 
“¿Quieres que le ruegue?” Elías parecía algo molesto. 
“No necesitas rogar.” Me quité el anillo de matrimonio que llevaba en el dedo y se lo puse en la mano a Elías. Ese anillo me lo había puesto Kent a escondidas mientras dormía, diciendo que yo era su esposa… “Cuando vea este anillo, sabrá que soy yo quien le está pidiendo. Él responderá a tus preguntas.” 
Su propuesta de matrimonio fue demasiado tarde, ya el arroz se había pasado y ni siquiera le importó si yo estaba de acuerdo o no. 
Elías guardó silencio por un momento. 
“¿Todavía dudas? Si no encuentras respuestas, es posible que la víctima termine muerta.” Lucas dijo impaciente. 
Elías asintió. “Lo sé, voy ahora mismo.” 
“Elías…” empecé a hablar nerviosa. “Por favor, fíjate cómo lo están tratando… Si esas personas…” 
Sentía mis palmas sudorosas. 
Elías parecía querer provocarme a propósito. “Manicomio, ¿qué se puede esperar de ese lugar? Hasta la persona más cuerda sale loca de allí, y ni hablar de los que ya están locos…” 
“¡Elías!” le grité presa del pánico. 
“Ya, ya, ¿quién le dijo que pegara? Yo le advertí que se controlara, pero igual le pegó a alguien. Con lo listo que es, es como si lo hubiera hecho a propósito…” murmuró Elías en voz baja y se marchó. 
5 20 
Miré a Lucas. 
Sí, Osvaldo es tan poderoso. ¿Sabe que Braulio lo enojó deliberadamente? ¿Sabe que Braulio está cooperando con Quique y quiere atacarlo en el manicomio? 
Él seguramente lo sabía todo. 
Pero aun así, eligió actuar, como si supiera que había una trampa y aun así se lanzara en ella. 
13-08 
Capitulo 294 
¿Qué estaba planeando hacer? 

“Los superiores quieren suprimir la popularidad del caso de asesinato en serie y utilizar la muerte de Lino para cerrar el caso… pero hay demasiados misterios que aún no han sido revelados“, susurró Lucas.. “Como la primera víctima, Linda… Ella fue adoptada por un rico empresario de una farmacéutica del sudeste asiático, después del incendio en el orfanato se fue de Monte Azur a Góngora, y ahora muere aquí, vino en representación de su familia para hacer negocios. Descubrí… que tenía relaciones con el mercado negro.” 
Cada una de las víctimas, no era exactamente un santo. 
Solo que la policía no había hecho pública la investigación. 
“Hasta ahora, ninguna de las víctimas era inocente, excepto Nayra… Nayra es como un enigma, lo que vivió, lo que le sucedió, no pude encontrar ni una sola pista, su vida antes de los dieciocho años, antes del accidente de sus padres, es un vacío como si alguien lo hubiera borrado intencionalmente…” Lucas se apoyó en un poste de luz y se puso un cigarrillo en la boca. 
Estaba nervioso, necesitaba fumar, aunque solo fuera sostenerlo. 
Yo miraba a Lucas sin saber qué decir. 
El pasado de Nayra antes de los dieciocho años, incluso yo lo tenía en blanco. 
Lucas tenía razón, como si alguien lo hubiera borrado a propósito… 
¿Pero incluso la memoria de uno mismo puede ser alterada? 
“¡Bzzz!” En el camino de regreso a la villa con Lucas, Elías le llamó. 
“Nos encontramos en la entrada del viejo manicomio abandonado.” 
Lucas me miró, se dio la vuelta y condujo hacia el hospital psiquiátrico abandonado. 
“¿Lo viste?” bajé del carro nerviosa en la entrada y miré a Elías. 
Elías estaba apoyado en la puerta del coche, como si estuviera calculando algo. 
“Lo vi, el médico que lo atiende estuvo presente todo el tiempo, solo me dio esto.” Elías hablaba irritado, rascándose la cabeza. “Siempre con sus acertijos.” 
Lo que Kent le dio a Elías era un problema matemático. 
“Este problema no tiene solución, Osvaldo quiere decir que alguien está mezclando lo falso con la verdad, que el caso del asesinato en el viejo callejón no tiene que ver con el asesino en serie, alguien quiere aprovecharse de la situación para confundirnos.” 
Elías frunció el ceño mientras hablaba.