Capitulo 273 
“Osvaldo, tu abuelo se nos hue, y tu tienes que encargarle de luneral“, dijo Braulio bajandose del Carro, con una voz que intentaba ser solemne, 
Lo mire con desconfianza, sabiendo que no habla venido por el funeral. 
‘El cusipo de tu abuelo sigue en la morgue y se necesita la firma de un pariente cercano para poder cremado. No puedes dejar que no encuentre descanso, verdad?” Braulio puso cara de compasión, come si solo fuera un anciano preocupado por sus jovenes, 
Frunci el cono al ver los carros de prensa que in sequlan y entonces todo cobro sentido, La muerte de Felipe era un notición en el mundo de los negocios y con la prensa acechando, Braulio tenia que montar su teatro. 
Me puse delante de Kent y le susuné, “Kent, no tengas miedo…” 
Con los medios encima, Kent estaba a salvo por el momento, 
No podrian hacerle nada bajo los reflectores. 
La mirada de Braullo era feroz donde nadie la vela; sabia que estaba furioso porque no hablan podido acabar con Osvaldo en el camino al hospital psiquiátrico dias antes. Ahora, con los medios alrededor, actuar sería más complicado. 
Kent se quedo detrás de mi, y con su mirada, indicó a los que tenían a Yuria que la soltaran. 
Ellos se retractaron, formando una barrera gelida detrás de Kent. 
Se notaba la confianza que Kent depositaba en él. 
“Señor Hierro, gracias por ayudarme a encontrar a Osvaldo. Este muchacho siempre ha amado la libertad, no hay quien lo retenga en casa“, dijo Braulio con una sonrisa, mostrándose como un abuelo amable frente a los reporteros. 
Renan también salio, conteniendo su agresividad. Él también era un hombre de negocios, y en esencia, no habia mucha diferencia entre él y gente como Braulio. 
“La muerte del patriarca es un asunto importante, hoy no es momento de agradecimientos. En la gala benéfica hablaremos sobre la colaboración entre nuestras familias“, dijo Braulio, extendiendo su mano hacia Renán. 
La colaboración que mencionaba Braulio era entre Grupo Linares y el conglomerado Hierro. 
Obviamente, ya se vela a si mismo como el dueño de Grupo Linares. 
Y mencionar la cooperación con Grupo Hierro frente a los medios… 
Estaba buscando publicidad y presionar a Kent. 

Mire a Kent con preocupación, pero parecía haber una sonrisa en sus labios que era difícil de detectar. 
“Kent, con los medios presentes, no te hará nada. Mantén la calma y sigue mi juego“, le susurré. “No te resistas, ven conmigo y espera el momento.” 
Kent ocultó sus emociones y sus ojos brillaron con miedo. “Nayri me protegerȧ.” 
Capitulo 273 
Asenti sosteniendo la mano de Kent y luego me giré hacia los periodistas, secándome una lágrima. “La muerte de mi abuelo nos ha afectado mucho. Osvaldo ha estado muy triste y está intentando superar el duelo. Se comprometerá con Grupo Linares para no defraudar todo el esfuerzo de nuestro abuelo.” 
Las cámaras se enfocaron en Kent. 
Parecia disgustado pero no rehuyó. 
“Se dice que Osvaldo tiene un trastorno mental, ¿es cierto?” preguntó un periodista. 
Sonrei mirando al reportero. “Creo que todos nosotros, los asi llamados ‘normales‘, tenemos algún tipo de trastorno mental. Él está bien y completamente recuperado.” 
“¿Eres la esposa de Osvaldo? Con la muerte de Felipe, ¿quién tomará las riendas de la empresa? Hay rumores de que no confian en Osvaldo para dirigirla por su condición, y que Braulio tiene la mayor autoridad.” 
Braulio frunció el ceño, claramente disgustado por la intromisión de los periodistas. 
“A pesar de ser de una rama lateral y haberse beneficiado de la familia Linares, Braulio no es más que un parásito comparado con el heredero legítimo, Osvaldo“, dije, mirando a Braulio con desafio. 
El caso de quien intentó matar a Kent todavia estaba abierto. 
Braulio me miró con profundidad, sorprendentemente sin decir nada. 
Cuando algo no va bien, hay gato encerrado; seguro que estaba tramando algo malo. 
“Nayra… quiero ir a casa“, me susurró Kent desde atrás con voz baja. 
Le asenti con un gesto tranquilizador, como diciendo no temas, estoy aqui para protegerte. 
Los reporteros parecían querer preguntar algo más, pero los corte antes de que pudieran hacerlo. “Lo siento, estoy algo cansada“, les dije. “Tengo unos meses de embarazo y si me quedo mucho rato de pie me mareo. Mejor nos vamos ya“.