Capítulo 237 
“Intenta gritar de nuevo“, me burlé, agarré el cabello de Adela y lo estrellé contra el suelo del almacén. “Aqul tus padres no pueden escuchar tus llantos… ¿Crees que no me atreveria a desfigurarte esa carita?” 
Adela estaba aterrada, temblando en cada palabra. “¿Ainara, te volviste loca? Si me lastimas, mis padres no te lo perdonarán, no porque te hayas casado con un loco…” 
“¡Ahh!” gritó cuando mi clavo perforò la piel de su rostro. 
“¿Acaso olvidaste cómo me tratabas en la secundaria, eh?” Las palabras de Ainara resonaban en mi memoria, haciendo hervir mi sangre. 
Por alguna razón, sentia dentro de mi un odio incontenible, como si tuviera una hipoglucemia. 
Siempre pensé que sufria de eso desde pequeña, pero ¿realmente era hipoglucemia? ¿Por qué… de repente me sentia emocionada, como si me subiera la adrenalina? 
Sorprendida por mis propios pensamientos, y tragando saliva, levanté a Adela. “Recuerdo que mandaste a golpearme, me desnudaste y me forzaste a beber agua del inodoro, ¿no es cierto?” 
Recordando lo escrito en el diario de Ainara, sentia como si mi sangre hirviera. 
Como si algo que estuviera encerrado por mucho tiempo quisiera romper sus cadenas. 
Adela me miraba horrorizada. “¿La locura es contagiosa? ¿Ainara, te volviste loca? ¿Cómo te atreves a amenazarme asi…?” 
“¡Zas!” Le solté una cachetada mientras la sujetaba del pelo. 
Intentó hablar y le di otra cachetada, hasta que se quedó sin palabras. 
“Adela, tu abuelita te extraña mucho, está en el Hospital de Monte Azur, no te olvides de visitarla, después de todo… quizás ya no puedas verla más.” Dije con una risa fría, ya que Kent habia descubierto que los padres adoptivos de Ainara eran traficantes de personas, seguro que había pruebas. 
Planeaba desenmascararlos y enviar a esos monstruos a la cárcel. 
Esas personas habían arruinado tantas vidas, merecían pagar… 
“Én cuanto a ti, pronto te haré… famosa en todo el pais.” Me levanté, respiré hondo y estire el cuello. 
Si iba a usar el cuerpo de Ainara, tenia que vengarla, ¿no? 

Para evitar que esa persona me mate y no reemplazarme, prefirió suicidarse… 
Aunque no sé por qué desperté en su cuerpo, si ella tenia conciencia, yo debía resolver cuentas con esos desgraciados. 
Empezaria con los mencionados en su diario, uno por uno. 
¡Ni uno solo se salvaria! 
“¿Ainara, qué vas a hacer…?” Adela seguia chillando. 
De repente, me zumbaban los oidos y me sentia irritada, tanto que no podia controlarme. 
No sé cuánto tiempo estuve así, pero cuando volví en mi, Adela estaba atada con una cuerda, colgando de la viga del almacén. 
Gritaba y lloraba de miedo, pensando que me habia vuelto loca. 
Me sorprendió mi propia fuerza para colgarla alli. 
Capitulo 237 
Mirando el cubo y la mesa del suelo, recordé que habia usado eso para levantarla. 
Alli estaba ella, amordazada y colgada, no moriría, pero el susto seria suficiente para dejarla marcada de por 
vida. 
Su falda estaba mojada y su aspecto era lamentable, seguramente tendría pesadillas el resto de sus días. 
Pero, ¿cómo pueden compararse esto con una milésima parte de lo que le hizo a Ainara? 
El diario decía que Adela la hizo golpear hasta que Ainara se orinó, y luego todos se burlaron de ella, obligándola a lamerlo todo… 
Gente tan mala. 
Nunca imaginé que el corazón humano pudiera ser tan malvado. 
Todo por envidia, por miedo a que Ainara le quitara la vida de riquezas que le pertenecia, Adela convirtió todo en maldad, extendiendo su mano pecaminosa hacia Ainara. 
“Disfruta mientras puedas, si te caes por accidente, podrías morir.” Coloqué varios clavos largos en una tabla, justo debajo de donde Adela estaba colgada. 
Si se cala por su propia lucha, aterrizaría justo en esos clavos, y eso si que doleria. 
Ella seguía llorando y sollozando. “Si… llama a la policía…” 
Probablemente quería decir que llamara a la policia para arrestarme. 
Me eché a reir. “¿Aquí hay cámaras? ¿Quién vio que te amarré? Si estoy embarazada, ¿cómo voy a tener la fuerza para arrastrarte hasta alli? Además… lo que llevo en el vientre es el heredero de la familia Linares. Piénsalo bien… incluso si tus padres se enteran, ¿crees que dejarían que la policia me arreste?”