Capítulo 223
“Nayra…” Renán intentaba decir algo más, pero ya había mandado at mayordomo a cerrar la puerta.
Helda y Lucas detuvieron a Renán. “Sr. Hierro, si de verdad muere afuera, va a ser dificil para el médico.”
Teresa ya estaba pálida como una hoja de papel, mirándolo con esa decepción que solo una madre puede tener. “Renán, creo que de verdad te volviste loco.”
Teresa es una mujer moderna e independiente. Pude ver el cansancio en sus ojos, incluso la incredulidad.
Probablemente nunca imaginó que su hijo se convertiría en lo que es ahora.
Sacudi la cabeza con impotencia y caminé hacia la sala de estar.
Después de que me fui, Helda me mandó un mensaje, contándome que Teresa estaba a punto de enloquecer por culpa de Renán, que si estaba poseído o algo así, y que había mandado a su asistente a buscar al mejor chamán de Monte Azur para venir a su casa a limpiar las malas energías.
Me quedé en shock un buen rato, riendo sin ganas.
Todos saben que los muertos no regresan, pero al final del día Teresa es la madre de Renán y en momentos como este siempre buscan razones externas.
Supongo que ahora Teresa debe odiarme, arrepentida de haberme traído a la familia Hierro, de haber permitido que yo arruinara a su hijo.
Gracias a mí, su hijo se convirtió en lo que es ahora.
Y como era de esperarse, antes de llegar al lugar acordado con Elías, Helda me mandó otro mensaje, diciendo que la dama había llevado a un chamán a mi tumba.
Estaba intentando purificar mi espíritu, el mío.
Decían que iban a rezar por mi alma, para que no siguiera rondando a su hijo.
“Señora, hemos llegado.
Desde cuándo, me pregunté, los choferes de la familia Linares dejaron de llamarme “señorita” para llamarme “señora“. No es que me importara, pero ahora empezaron a referirse a Kent como “el señor“, el jefe de la familia Linares.
No le di mucha importancia, después de todo Federico estaba en estado vegetativo, con casi nulas posibilidades de despertar, y Felipe estaba paralítico en la cama sin poder cuidarse ni tomar decisiones.
La familia Linares, ahora efectivamente pertenece a Osvaldo.
Al bajar del auto, miré a mí alrededor.
La Universidad de la Capital está en la frontera entre Monte Azur y la Capital, es la mejor universidad del país, y la única con un programa de élite.
No sé por qué Elías me citó allí, pero ahora estoy molesta, porque un atasco me hizo llegar tres minutos tarde. Pensé que Elías estaría furioso, pero no ha llegado aún.
Siempre he detestado a la gente impuntual. Renán era muy puntual, y si llegaba tarde o lo decepcionaba, encontraba formas creativas de castigarme.
Eso me hizo muy sensible al tiempo. Si prometía encontrarme con alguien y no aparecían, me ponía ansiosa.
Az estaran jugando una broma otra vez?
Saque mi celular y llame a Ebas. No durste que teniamos que encontramos a la hora acordada en el lugar que estaba en la nota?
Del otro lado del teléfono, Elias sonaba furioso. “Y yo te dije que no le dijeras a Osvaldo, eserioco,”
Me quedé callada un momento. “No le dije nada, tire la nota en la basura det hospital después de leerla, nadie la via Osvaldo tampoco sabe nada.”
“Ja…” Elias se burlo con sarcasmo, tomando aire frio como si aguantara dolor, “Sabla que no podia ocultárselo a este tunatico, El debe haberlo visto y alguien me golpeó de antemano, ¡Ahora no puedo ni mostrar la carar
Desde el otro lado, Elias seguía renegando. “Tiene que ser et, a nadie le gusta que le peguen en la cara, y & sabe que es lo que más me importa, asi que mandó que me pegaran justo ahi.”
…No estoy contenta.” dije. “No hables asi de mi marido. El necesita ayuda hasta para las tareas más básicas de la vida, si tuviera la capacidad de mandar a alguien a golpearte, no estaría siendo maltratado por todos
Si Kent realmente tuviera la habilidad de hacer que alguien le diera una paliza a Elias, entonces no habría sido tan maltratado por el viejo y Federico en aquel entonces.
A veces pienso que tal vez el no sea el asesino, ¿verdad? ¿Qué clase de asesino, teniendo la capacidad hacerlo, permitiría que lo maltrataran de esa manera?