Capitulo 158
Renan dio un paso adelante y me miró con la cabeza gacha, tenia un rasguño en la comisura de su boca y Sangre en la frente, seguro que habla sido obra de Kent.
“Jaja… es un accidente, solo un accidente. Revisamos las cámaras y alguien andaba por ahi lastimando gente cerca de la casa, lo que hizo enojar a este chico. En un arrebato de ira, le pegó al señor Hierro que estaba en la puerta de su casa“, el oficial de policia intentaba mediar con una sonrisa. “Ambos tienen la culpa, ambos“.
Renan apretó los dientes: “También es mi culpa estar parado en la puerta?“.
“¿Qué haces tú, rondando la puerta de alguien en medio de la noche? Justo cuando aparece un maleante, cualquiera pensaría que estás con él, el policia le guiñó un ojo a Renán y bajó la voz para seguir mediando. “Oye, si eres una persona sensata, ¿para qué te rebajas a discutir con un loco?“.
Renan solto un butido y el policia me miro: “Pero lo que se debe compensar, se compensará.
Miré la cara de Renán, pálida bajo la luz de la calle, una vista bastante triste. Lo que más temia eran los perros, y Kent habla traido como una docena a casa solo para lastimarlo, era imposible que Renán no tuviera miedo, seguro que segula teniendo las piernas temblando.
“Lo hizo a propósito“, Renán me miró y habló de nuevo. “Es un loco que puede enloquecer en cualquier momento. Quiero ver cuánto tiempo aguantas a su lado, no vaya a ser que una noche te asfixie“, miró la hora, llevábamos hasta las tres de la madrugada con este llo.
“Te aconsejo que mejor vengas tú misma mañana al Grupo Hierro y me expliques todo“, lo que Renán queria era forzarme a verlo a solas.
“Si no vienes, buscaré a un abogado para solicitar una orden de ejecución y mandarlo de vuelta al psiquiátrico“, Renan habló de nuevo.
Frunci el ceño, mirándolo furiosa, pensando que algunas personas nunca cambiaban. Con su objetivo cumplido, él se subió al carro y se fue. No sabia qué pretendía al querer verme a solas, pero seguro no era nada bueno. ¿Y el que no estaba en el hospital acompañando a su ‘dulce‘ amor, viene a casa de los Linares a esperarme hasta la madrugada? ¡Qué locura! Renán era el verdadero loco en esta situación.
“¡Sal!“, Renán se había ido y yo me volví hirviendo de rabia hacia Kent, que aún se escondia detrás de la
puerta..
Él salió con la cabeza gacha, avanzando paso a paso.
*¿Por qué no duermes y haces esto a estas horas?“, le grité, perdiendo la paciencia.
“Habia malos“, me dijo Kent con voz suave. Habia vuelto para ahuyentar a la gente de Braulio; le preocupaba que pudieran lastimarme.
Ucas se apoyaba en la puerta del coche, observando cómo le daba una reprimenda a Kent, se rio un poco: “Me he dado cuenta de que este chico solo te escucha a ti. Si alguien más le dice algo, parece que va a matarlos“.
Me llevé la mano a la frente: “¿No entiendes lo peligroso que es volver solo en medio de la noche?“. Kent miró a los perros callejeros que todavía merodeaban cerca del basurero al otro lado de la calle: “No estaba solo“.
Ya no podía más con él: “¿Acaso ellos son personas?“.
“A veces las personas son peores que ellos“, su voz se volvia grave y su presencia se enfriaba de tal manera que sorprendia. Pensé que estaba viendo mal, pero al darme la vuelta, él ya había vuelto a poner su cara de
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Capitulo 158
Inocente. “Nayra, me equivoqué“.
“¿Dónde te equivocaste?“,
“No sé“.
Estaba a punto de explotar: “¿Por qué le pegaste a Renán?“.
“Se lo merecia“, él lo dijo con convicción.
“Está bien, basta ya, no sigamos aquí en la puerta“, Lucas abrió la puerta del coche. “Suban, los llevo a casa“. Agarre a Kent y subimos al carro, todavia temblando de ira. Pero luego pensé que al menos Kent habia vuelto a casa después de salir del hotel y no se habla ido a matar a nadie. Eso era bueno, muy bueno.
El móvil de Lucas sonó. Nacho, que estaba en el hospital cuidando de Yuria lo estaba llamando: “Lucas, alguien vino al hospital, queria matar a Yuria, ¡pero lo atrapamos!“.