Capitulo 156 
Kent parecia de lo más contento, de un tiron me tumbo en la cama. Si tuviera cola, seguro que estaria moviendola de un lado a otro, 
“Nayri, tengo fiebre“, me dijo abrazandome y revolcándose en la cama junto a mi. 
Me aguante las ganas de estallar; no tenia nada de fiebre, era otra cosa, hasta un ciego veria lo que él queria, casi lo llevaba escrito en la cara: “Osvaldo, te advierto que ya te duermas“. 
¿Podria ser más descarado? 
“Nayri, en serio, estoy ardiendo, tocamey verás, el siempre tan serio, soltando frases para hacer que uno quisiera esconderse bajo tierra. 
Yo pensé que me pedia que le tocara la frente, con el abrazandome por detrás, senti que mi mano ya no me pertenecia. 
“Osvaldo, te lo estoy advirtiendo….. casi gruni al hablar. 
Él se puso todo triste, apoyando su cabeza en mi hombro, y por fin se comporto, simplemente acurrucándose junto a mi. Apagué la luz, pensando que por fin podríamos dormir, pero él se comportaba como un perro inquieto, restregandose sin parar, entonces, harta, me giré y le solté una cachetada, la cual sono fuerte y claro. 
Con la luz tenue, me encontré mirando directo a esos ojos profundos e inocentes, que parecian llenos de Lágrimas, como al borde de un abismo de tristeza. Algo se me apretó en el pecho, y me arrepenti al instante. ¿seria compasión lo que me invadia? 
Me hice la excusa a mi misma y sin querer, levanté mi mano y acaricié su rostro hermoso hasta dar consentirlo: “A dormir, sé bueno“. 
Esta vez si que se porto bien, sin hacer ruido ni moverse. En la calma, uno se volvia más sensible al oido, y lo escuché respirar entrecortado, ¿estarian cayendole lágrimas? 
Y asi, fui yo quien no pudo pegar un ojo, ¿qué clase de criatura era él? ¿O seré yo la que estaba mal? Mordiéndome los dientes, resignada, me volvi hacia eli “¡Cierra los ojos!“. 
Me miró un buen rato y al final, obediente, los cerró. Con la cara ardiendo, tomé aire y con cuidado, extendi la mano hacia el su respiración se hizo más pesada y yo sentia que cada parte de mi cuerpo queria encogerse, queria encontrar un hueco para esconderme. 

“No te muevas“, traté de advertirle cuando intentó abrazarme. 
“Nayri“, me llamo. 
“No hables, no abras los ojos, duerme“, lo amenacé entre dientes. Pero esta vez no me escuchó, levantó la mano, me atrapó en sus brazos y sus labios encontraron los mios. 
“Nayri“, no paraba de decir mi nombre. Su voz era ronca, pero en su tono habla algo que me estremecia, como la lengua de un gatito lamiendo mi corazón, con sus pequeñas púas suaves. 
Empecé a respirar con dificultad, sabia que estaba perdiendo el control. La bestia primitiva en él era su instinto, pero sabiendo que estaba en las primeras semanas de embarazo, se contuvo por muy dificil que fuera. 
¡Desde mañana, a dormir separados! Me prometi a mi misma con los dientes apretados. Si no, cualquier dia de esos podria seducirme y arrastrarme al infierno. 
“Nayri, Nayri… He esperado tanto por ti, no me hagas esperar más, ¿si?“. 
12:45 
Capitulo 156 
Entre sueños, escuché que me hablaba, diciendo que habia esperado mucho por mi. 
Esa noche, soñé que la persóna con la que creci, que no era Renán, sino alguien más. Sin embargo, a pesar de que me esforcé por alcanzarlo, no pude ver su rostro. 
“Nayri, ven aqui”, habia un campo verde ante mi, y un chico corria adelante con una cometa. El parecia muy feliz, persiguiéndolo. De repente, un incendio devoró todo, tragándose a la persona frente a mi. 
“¡No!“, me desperté de golpe. jadeando, con los ojos abiertos de par en par y la cabeza me dolia a más no poder. 
Era otra pesadilla. Alargué la mano para agarrar el celular y miré la hora, eran las tres de la madrugada; me masajeé las sienes y extendi la mano para tocar a Kent, pero el espacio a mi lado estaba vacio y eso era aterrador, entonces me senté de golpe, encendi la luz y busqué a mi alrededor; el lugar de Kent ya estaba frio. Señal de que se había ido poco después de que me dormi, ¿a donde habría ido en plena madrugada?