pítulo 29:
A las nueve de la mañana del día siguiente, en la sala de reuniones de Tymers Entertainment.
Se trata de la primera reunión formal del proyecto de teatro de época Princesa Leilania. Era lógico que asistieran todas las personas importantes, desde inversores hasta directores y guionistas.
Especialmente la guionista. Hoy ella era la protagonista. Tenía que presentar el esquema y la dirección general del guión a todos los peces gordos.
Cuando Julian e Yvonne aparecieron juntos, Viggo Johansen enarcó las cejas y se levantó para darles la bienvenida.
Expresó especialmente su bienvenida a Yvonne. Las palabras de Viggo parecían insinuar algo: «La señorita Sullivan también está interesada en este espectáculo, ¿verdad?». Yvonne cogio el brazo de Julian, su exquisita sonrisa florecio, «Estoy semiretirada, y no habra ninguna oportunidad para mi. Sólo estoy aquí para acompañar a Julian».
Yvonne miró alrededor de la sala de reuniones mientras hablaba, intentando encontrar a Emelia.
Viggo miró a Yvonne sin decir nada. Luego se dio la vuelta e invitó a los dos a sentarse.
Cuando Julian se sentó, miró el reloj que llevaba en la muñeca. Estaba a punto de empezar la reunión, pero allí estaba ausente el guionista.
Diez minutos después, la reunión empezaba oficialmente, y Emelia seguía sin llegar.
Viggo se levantó y anunció a todos disculpándose: «Lamento que nuestra guionista no haya podido venir hoy. Os presentaré el guión».
La cara de Julian se ensombreció un poco. ¿Acaso pensaba que estaba trabajando en un mercado de verduras? ¿Cómo iba a dejarlos aquí como ella quería?
La cara de Julian no tenía buena pinta, y los demás también expresaron su disgusto.
Yvonne, que estaba sentada junto a Julian, también dijo con una sonrisa: «Vamos, señor Johansen, esta es la primera reunión oficial de este proyecto. ¿Su guionista nos acaba de dejar plantados?».
Viggo explicó con una sonrisa: «No nos ha dejado plantados. La verdadera razón fue que tuvo un accidente».
En cuanto Viggo dijo la palabra «accidente», Julian, que estaba sentado en el lado opuesto, frunció ligeramente el ceño.
¿Un accidente?
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¿No seguía bien a pesar de que ayer se quemó la muñeca con el café?
¿Qué le pasó después?
Mientras Viggo explicaba la razón, Yvonne se sintió de repente incómoda, porque parecía que lo que decía sonaba de repente muy agresivo.
¿Tendría Julian la impresión de que estaba atacando deliberadamente a Emelia?
Ella siempre había sido generosa, sensata y tolerante delante de Julian. No quería que Julian pensara que era tan mezquina y egoísta.
Después de que Viggo le explicara el motivo, se dirigió al frente y planeó hacer su presentación. Emelia se puso en contacto con él en cuanto supo que no podría llegar a tiempo a la reunión. Luego le envió las diapositivas que había preparado para la reunión de hoy.
Julian preguntó de repente: «¿Tu guionista no te explicó qué accidente había tenido?».
La mano de Yvonne bajo la mesa se apretó con fuerza. Aunque la pregunta de Julian sonaba ceremoniosa, ella tenía la sensación de que Julian estaba preocupado por Emelia.
Yvonne no sabía por qué se sentía así. Aunque tenía claro que Julian despreciaba a Emelia, el sexto sentido de la mujer era condenadamente preciso.
Viggo se puso delante y le contestó formalmente: «No he preguntado. Al fin y al cabo, se trata de la intimidad de la empleada. Elijo respetarla y creerla». De hecho, Viggo sabía por qué Emelia no había asistido a la reunión.
Hoy era el día de la muerte de la madre de Emelia. La madre de Emelia fue enterrada en el campo. Anoche se apresuró a volver al campo para visitar su tumba, pensando que podría volver esta mañana.
Inesperadamente, era época de lluvias. En el camino de vuelta, el autobús en el que viajaba Emelia resbaló y volcó.
Aunque Emelia no creía estar herida, la ambulancia envió a todos los pasajeros del autobús al hospital para un examen colectivo, por lo que no pudo regresar a tiempo.
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