Capítulo 28:
El ayudante David Brennan, a un lado, vio que Julian llevaba mucho rato sin hablar y que su rostro era más bien adusto, así que David tomó la iniciativa para decir: «No esperaba que la señorita Hughes fuera…».
Pero pronto se dio cuenta de su error y se corrigió rápidamente: «La señorita Jones resultó ser la guionista Wintry Frost. Si no quiere contratarla, me pondré en contacto con el señor Johansen inmediatamente».
David llevaba muchos años con Julian y sabía muy bien lo harto que estaba Julian de Emelia.
Aunque David pensaba que era mucho más fácil tener una buena relación con Emelia que con
Yvonne, no le importaban las relaciones entre los tres.
Pero no esperaba que Julian lo detuviera: «No hace falta».
David se detuvo sorprendido. Pensó que Julian no quería ver a Emelia en absoluto. Si Emelia se convertía en su guionista, tendrían que verla con más frecuencia.
Julian explicó: «Puesto que el señor Johansen la recomendó encarecidamente, claro que tenemos que creer en su capacidad. Además, los negocios eran los negocios, no hay nada personal».
La implicación era que él era consciente de las cosas personales y los negocios. No la echaría del proyecto por sus prejuicios personales contra Emelia.
David asintió: «Vale, lo entiendo».
Luego dijo: «Mañana es la primera reunión plenaria de este proyecto, ¿quieres asistir?».
«Sí». Julián tenía la agenda repleta. Al oír esto, David tomó nota y se fue a hacer los preparativos.
Un rastro de diferentes emociones brilló en los ojos de Julian. Mañana vería por sí mismo qué clase de guión había escrito.
Poco después de que Julian empezara a trabajar, llamó Yvonne.
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Yvonne protestó suavemente al otro lado del teléfono: «Julian, hace mucho que no me acompañas».
Julian levantó la mano para masajearse la frente: «Estos días he estado un poco ocupado con el trabajo».
«Vale». Yvonne parecía muy sensata: «¿Tienes algún plan para mañana?».
Julian no ocultó nada y respondió débilmente: «Mañana habrá una reunión para un nuevo proyecto de telenovela».
«¿Un nuevo programa de televisión?» exclamó Yvonne con alegría, y luego dijo con entusiasmo: «Genial, déjame asistir a la reunión contigo. Aunque ahora no trabajo como actriz, me sigue interesando».
Julian se quedó callado un rato, y finalmente dijo seriamente: «Yvonne, si quieres continuar tu carrera de actriz, procede».
Julian nunca dijo que Yvonne debiera dejar sus trabajos y alejarse del mundo del espectáculo. Fue Yvonne quien de repente dijo que estaba cansada de la industria y que quería dejarlo.
Yvonne siempre mostro el arrepentimiento de haber dejado el negocio por el. Pero a él no le conmovió en absoluto.
Al contrario, le parecía desagradable. Fue ella quien insistió en romper con él para demostrar que era capaz de hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. Pero también fue ella quien dijo que quería dejarlo.
Las decisiones contradictorias de Yvonne molestaron a Julian, porque su decisión egoísta del principio hizo que se reescribiera el destino de mucha gente.
A Yvonne se le atragantaron las palabras de Julian, pero luego cambió inteligentemente de tema: «Venga cariño, dime si puedo participar o no».
Un rastro de aburrimiento brilló en los ojos de Julian. ¿Cuándo empezó Yvonne a ocultar sus emociones y a tentarle?
No es que no oyera la tentación en las palabras de Yvonne. También creía que como Caroline sabía que Emelia había vuelto, Yvonne también debía saberlo.
Yvonne quería seguirlo a la reunión de mañana. Su propósito era conocer a Emelia, o ver si había algo entre él y Emelia.
Sin embargo, Julian acabó accediendo: «De acuerdo».
En cuanto a por qué lo haría, por supuesto era porque quería estimular a
Emelia, para ver si ella realmente lo había superado.
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