Capítulo 740 
Aspen dijo: “Cuelga, ino hace falta que contestes!” 
“Pero, ¿y si es algo urgente? Mejor atiendo, 
Carol deslizó para responder, “Hola.” 
La voz de Orion era cortés, “¿Carol, está Ape contigo? Necesito hablar con él urgentemente.” 
Carol miró hacia Aspen. 
Aspen, sin más opción, sostuvo a Carol con un brazo y con el otro tomó el teléfono, algo molesto dijo, “¡Habla!” 
Orion soltó un torrente de palabras, claramente alterado. 
Con tono indiferente, Aspen respondió, “¡Tengo cuatro grandes hijos!” 

“Sé eso, lo que estoy tratando de decir es… 
“¡Tengo cuatro queridos hijos!” 
“Ya sé, demonios, lo que quiero decir es…” 
“¡Tengo cuatro grandes y queridos hijos!” 
Sin importar lo que Orion dijera o cuán frustrado estuviera, Aspen repetia lo mismo 
una y otra vez. 
Finalmente, Orion soltó un exabrupto y colgó. 
Aspen le devolvió el teléfono a Carol, luciendo una sonrisa triunfante, “Está celoso 
de mí.” 
Carol: No sabía si realmente estaba celoso, pero lo que sí vio fue su aire de 
victoria. 
Carol guardó el teléfono y, acercándose, le dijo, 
“No te pongas tan orgulloso, de repente tienes muchos más hijos y la presión aumenta. Antes solo criabas a Miro, ahora son cuatro, ¡es muchas veces más la presión! 
Cuatro pequeños monstruos devoradores de plata, ¡los gastos mensuales van a ser enormes! Y ahora son pequeños, pero cuando crezcan querrán ir a la universidad, casarse, tendremos que ahorrar para comprarles casas y carros…” 
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Capitulo 740 
Aspen escuchaba en silencio, debatiéndose si revelarle su verdadera identidad. 
Después de todo, las preocupaciones de ella no eran un problema para él. 
No importa si fueran cuatro, o incluso ocho, él podía mantenerlos. 
Además, cada uno de esos niños tenía su propio talento, no necesitaba gastar dinero en mantenerlos. 
“Carol.” 
“¿Mm?” 

Aspen la miraba, buscando las palabras adecuadas en su mente. 
Carol, pensando que sus palabras lo habían asustado, agregó, 
“Pero no te agobies demasiado, cada generación tiene su propia suerte. Lo importante es criarlos y darles un hogar lleno de amor. 
No es necesario tener casa o carro para ser feliz, si podemos, claro que se los compraremos, pero si no, que luchen por ello ellos mismos.” 
Carol era optimista, creía que el amor de los padres era lo más importante. 
Ese amor podría influir en la vida de sus hijos para siempre. 
El amor puede hacer que crezcan sanos de cuerpo y mente, eso es la verdadera riqueza para un niño. 
En cuanto a la capacidad económica, depende de cada quien. 
Si los padres pueden ayudar, excelente; si no, los hijos tendrán que esforzarse. 
Los niños criados con amor suelen ser de buen carácter, y su vida futura seguramente no será mala. 
Aspen la miraba, suspirando internamente por no tener el coraje de decirle la verdad. 
Imaginaba cómo sería decirle: 
Carol, en realidad no me llamo Ape Bello, sino Aspen Bello, y soy el jefe de Grupo Regio Bello, soy el hombre más rico, tengo más dinero del que podemos gastar. 
¿Cómo reaccionaría Carol? 
Aspen no quería ni pensarlo, así que decidió no revelarle todo hoy. Esperaría el momento adecuado para hablarle de estos asuntos en privado. 
Capitulo 740 
“De ahora en adelante, yo me encargaré de ganar el dinero para mantener la casa, tú solo preocupate por disfrutarlo.” 
Al escuchar esto, Carol sonrió con dulzura. 
Aunque no planeaba dejarle toda la responsabilidad, escuchar esas palabras la hacía feliz. 
Antes, todo el peso de criar a los niños recaía sobre ella, económicamente, físicamente, psicológicamente… todo era su responsabilidad. 
Ahora, finalmente alguien compartiría esa carga con ella. 
Además, desde hoy ya no tendría que preocuparse por competir con él por los niños, no más esconderse, no más mentiras o excusas, no más engaños. 
Qué alivio… 
Qué felicidad…