Capítulo 228 
Al atardecer, el sol bañaba el cielo de naranja y rojo, pintando un cuadro hermoso en el horizonte. 
Paloma, después de sale de la casa de los Cabrera, condujo hasta la orilla de un pequeño lago y se quedó mirando las aguas cristalinas, reflexionando sobre la vida disparatada que habia llevado durante más de una década. 
Se sento por largo rato, hasta que el cielo comenzaba a oscurecer, entonces volvió pesadamente a su auto y se dirigió hacia la casa de los Fuentes 
En el camino, las sombras de los objetos fuera del auto se alargaban bajo el resplandor del ocaso, y el viento susurraba entre las hojas de los 
arboles 
Las imágenes desparadoras de su memoria destellaban sin cesar. La traición de Efrén era como un cuchillo clavado en su corazón, haciendo cada respiración dolorosamente dificil 
La luz del atardecer filtrándose por la ventana del auto no le ofrecia ningún consuelo, sólo un profundo desamparo 
Se preguntaba una y otra vez, ¿por qué tenía que ser asi? Los recuerdos felices parecian tan vividos, no podia entender por qué Efrén le habia hecho esto 

Le habla entregado su corazón completamente, cambiandose a si misma por él. Pero todo había resultado ser una cruel broma. 
En ese momento, se sentia como una hoja caida, flotando sola e indefensa. 
Cuanto mas se acercaba a la casa de sus padres, más crecia su culpa. Antes, siendo la segunda hija de la familia Fuentes, habia abandonado a sus padres por un hombre 
En los últimos años, para mostrar que habla hecho una buena elección, cada visita a sus padres era una oportunidad para presumir, 
ofendiendolos sin querer 
Al llegar a la casa de los Fuentes, avanzó con inseguridad hacia el salón, donde toda la familia la esperaba. Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos al instante 
Se arrodillo frente a sus padres, llena de remordimiento, 
“Papa, mama, lo siento! Estaba equivocada, nunca debi haber ignorado sus consejos. Me cegué y me case con un monstruo. Les he traido verguenza todos estos años. 
Raúl estaba furioso pero también compadecido. Levantando a Paloma, dijo, “Ya no tiene sentido hablar de esto. No te opusimos por su origen, sino porque vimos que no te amaba como decías. Y cada vez que volvias, parecías tan feliz que pensamos que nos habíamos equivocado. Nunca imaginamos…” 
El abuelo nego con la cabeza, “También es nuestra culpa por no haberte prestado suficiente atención. Si tu hermano hubiera investigado antes, quizás no habrias llegado a este punto.” 
Paloma, sintiéndose aún más culpable, negó con la cabeza. “No es su culpa. Fui yo quien no pudo ver su verdadera naturaleza. Si yo, estando a su lado, no me di cuenta, ¿cómo podrían haberlo hecho ustedes? Estuvo fingiendo tan bien que me enganu completamente.” 
Nieves, enfurecida, exclamó, “Es imperdonable! Tener un hijo fuera y no tomar en cuenta a nuestra familia. Fernando, tú y tu hermano debent hacerlo pagar. Que pierda todo y acabe en prisión. Es peor que un animal, hasta los animales cuidan de sus crías. Y esa otra familia, que devuelvan cada centavo que Efrén gastó en ellos Casi apuesto a que la muerte de aquel niño fue idea de esa mujer. Ambos deben pagar.” 
or favor.” Paloma pensó en las palabras de su hermano y, tomando aire, dijo, “Hermano, necesito tu ayuda con algo. Vamos a tu estudio, por Independientemente de si Lluvia era su hija o no, no quería causarle daño. La niña ya había sufrido bastante. Si resulta que no es su hija, estaría incluso más destrozada. Pero sin importar el resultado, Paloma decidió que harla lo posible por compensarle cualquier daño causado 
Ella no cumplió con la responsabilidad que debería tener una madre. 
¿Pero Lluvia, aún le daría otra oportunidad? 
Fernando y Paloma se dirigieron al estudio. 
Raúl sentado en la cabecera, suspiro profundamente. 
“Cristián, ¿dónde está tu tia, puedes ver…?” 
Cristián, con el rostro inexpresivo, sus profundos ojos oscuros como un abismo, imposibles de leer. 
Miró hacia donde estaba el estudio, “Voy a tener a alguien vigilando.”