Capítulo 212
Paloma se cubrió la cara, incrédula
“Papa, me pegastel Nunca me habias pegado desde que era pequeña Hoy, por las locuras de esa mujer, me has dado dos cachetadas incluso si Lluvia realmente fur acosada en la escuela, es su propia cobantia e incapacidad mi culpa? Le he dado de comer y beber, la he enviado al escuela, le he comprado la mejor ropa, la he puesto en la mejor escuela. ¿En qué momento la he tratado mal? Estoy todo el dia ocupada trabajando. Y todo eso, no es para darle una buena vida? Que ella no me entienda, está bien, pero ¿burlarse de mi y decir que me lo merezco? ¿Hay alguna hija que haga eso? Antes, Soraya, esa loca, hizo que la familia Fuentes pasara por un mal momento, pero ni siquiera la castigaste como se debe¿Y yo? ¿Qué he hecho de tan malo para que me pegues?”
Al escuchar las palabras de su madre, Lluvia, que ya tenia el corazón destrozado, se sintió aún más desesperada. Las palabras de Paloma, como una enorme montaña, aplastaron la última esperanza en su corazón. Su mente, siempre vacilante, de repente, como si encontrara un lugar al cual pertenecer, cayó en un abismo. Una sonrisa de desdén se dibujó en sus labios. Si, jes cierto! Es su propia cobardía e incapacidad lo que la hace ser acosada. Ella lo merece! No deberia haber venido a este mundo. Su existencia es solo una broma. Miró profundamente a Paloma, sonnendo débilmente, con esos ojos llenos de una tristeza infinita.
“Gracias por darme la vida, si hay una próxima vez, espero que no me traigas al mundo.”
Dicho esto, salió comiendo de la casa.
Raúl se sobresaltó y gritó rápidamente, “Rápido! ¡Deténganlal Las palabras de la niña sonaron como una despedida. Debía estar muy decepcionada y desesperada para decir algo asi! Miró a su nieta alejarse corriendo, y con pasos de anciano, la siguió Los demás en el salón, al ver esto, corrieron tras ellos rápidamente. Fernando y su hermano, junto con Alex Fuentes, fueron los más rápidos.
Pero Lluvia, que siempre parecia tranquila y reservada, en realidad tenia una capacidad fisica sorprendente. La fuerza que explotó en ese momento y la velocidad a la que corria eran comparables a las de un campeón olimpico. Los que la seguian, quedaron muy atrás. Diana, abrazando a Mateo, al ver que todos corrian tras ella y Paloma se quedaba inmóvil, no pudo más que sentirse exasperada
“¿Qué estás esperando? ¿Ve tras ella! Si le pasa algo a esa niña, te arrepentirás.”
Diana, con el corazón acelerado, subió corriendo al segundo piso.
“Cristián, Herminio, pasó algo. Lluvia acaba de salir corriendo y tu papá y tu abuelo fueron tras ella. Herminio, tú comes rápido, ve rápido a ver.” Abajo, Paloma, al ver a Diana subir, también salió corriendo. Pero llevaba tacones, Cuando salió, ya no habia nadie a la vista. Y encima, se torció el tobillo. En ese momento, realmente empezó a entrar en pánico.
Herminio y Soraya bajaron corriendo, el salón estaba vacio, no había nadie. No muy lejos de la casa, Paloma, con el tobillo torcido, al ver a Soraya, jcómo la odiaba! Todo era culpa de esta mujer problemática. Si no fuera por ella metiendo ideas en la cabeza de la familia Fuentes, ¿cómo iban a saber que ella trataba mal a su hija? Si ella no hubiera dicho nada, ¿cómo su padre la habría abofeteado?
Se tambaleó hacia Soraya, levantando la mano para abofetearla. Herminio, rápido de reflejos, la detuvo, “Atrévete a tocar a mi cuñada y verás.” Siempre habia detestado a esta tla pretenciosa y mezquina. Cada vez que venia a la casa, era todo alarde, como si temiera que los demás no supieran lo “feliz que era
Paloma miró a Soraya con odio, “Bruja, todo es tu culpa, si le pasa algo a mi hija, te haré pagar. Diana, que no pudo contenerse, se acercó y le dio una cachetada.
“Paloma, parece que te estás volviendo loca. Herminio, ve por Lluvia, no pierdas tiempo con esta loca.”
Paloma, con el rostro distorsionado por la ira, gritó, “¡Ah, Diana, con qué derecho me pegas!”
Diana le lanzó una mirada helada, “Porque soy tu cuñada ¿Intentas enfrentarte a mi nuera delante de mi? ¿Crees que estoy muerta?”
Soraya estaba completamente confundida “¿Pero qué le pasa?”
“Si yo no he hecho nadal
Herminio, temiendo que su tla volviera a soltar alguna locura, se apresuro a abrir la puerta del coche.