Capítulo 399 
“Eran demasiado ingenuos“, murmuré con el ceño fruncido, agachada en el suelo, examinando detenidamente el terreno. 
Dado que estábamos en un laberinto móvil, tenia que haber una grieta entre las paredes y el suelo que pudiera distinguir a simple vista. 
Tomando en cuenta lo que sucedió en el piso diecisiete, algunas trampas debían haber sido configuradas por el asesino con anticipación, como el gas venenoso a tiempo, luces que se apagan y encienden, y paredes que se mueven para formar el laberinto. 
Kent habia logrado eliminar algunos obstáculos para nosotros, pero lamentablemente el asesino estaba entre nosotros. 
Naturalmente, no nos dejará pasar tan fácilmente, todavía tenía más ases bajo la manga. 
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Así que… el asesino había aprovechado cuando nadie estaba mirando para dibujar flechas rojas en las paredes, guiando a todos directamente hacía las zonas de peligro 
“¡Ah!” Desde el otro lado de la pared llegaron gritos de terror y sonidos de algo siendo desgarrado. 
Efectivamente, estaban en peligro. 
“Serpientes! ¡Hay serpientes!” 
“Ah!” 
Helda, aterrorizada, golpeaba la pared. “¡Lucas! ¡Lucas, cómo están ustedes?” 
No hubo respuesta. 
Evidentemente, estaban demasiado ocupados como para responder. 
“Nayri, ¿sabes cómo abrir esta pared?” Helda me miraba ansiosa. 
“¿Para qué querriamos abrirla?” Respondi confundida. “Si la abrimos, moriremos todos.” 
Porque ellos están allí, es que nosotros podemos estar seguros. “Aprovechemos ahora para escapar.” 
Me levanté, caminé hacia una pared con una grieta y la golpeé ligeramente. Efectivamente, era una pared móvil. “Sígueme.” 
Helda me miraba incrédula, como si no pudiera creer que esas palabras salieran de mi boca. “Nayri… Lucas y Gael están allí… nosotros…” 
“¿Crees que podemos salvarlos? Si es algo que definitivamente no podemos hacer, ¿por qué perder el tiempo intentándolo?” No entendía qué pasaba por la cabeza de Helda. 
No podemos salvarlos. ¿Entrar no sería acaso ir directamente a la muerte? En vez de eso, ¿por qué no aprovechamos para irnos ahora? ¿Hay algún problema? Helda me miraba fijamente, retrocediendo lentamente. “Tú no eres Nayri… ¿quién eres?” 

Mi expresión se endureció por un momento, frunciendo el ceño. “Las paredes del laberinto se mueven aleatoriamente, ellos activaron un mecanismo, y no podemos entrar ahora. Así que, deberías seguirme, salir de aquí, encontrar la salida, ir al siguiente nivel y esperarlos allí.” 
Helda me miró con algo de miedo, sosteniendo con fuerza la daga en su mano. 
Parecía convencida de que yo no era Nayra. 
No me molesté en explicarle demasiado. “Sígueme si no quieres morir. Aunque Elías no sea el más brillante, escapar no es completamente imposible, además… Gael está con ellos, no morirán.” 
Helda hesitó un momento, pero finalmente me siguió. 
Me acerqué a la pared, encontré el azulejo que activaba el mecanismo y lo pisé fuerte. 
El diseñador de este laberinto es un genio. Las baldosas del suelo se pisarán cuando haya mucha gente y caos, activando el mecanismo de antemano y provocando que las paredes se muevan. 
Llevé a Helda a otro espacio, tan blanco que parecía no tener ni un grano de polvo. 
Justo cuando entramos, las paredes se movieron de nuevo, encerrándonos a Helda y a mí en este nuevo espacio. 
“Quédate quieta, no te muevas.” La advertí, mirando a Helda. 
Ella obedeció, sin atreverse a mover un músculo. 
Tomé un cuchillo, lo clavé con fuerza en la grieta de un azulejo y al sacarlo, un grito espeluznante vino desde abajo, y el cuchillo estaba manchado de sangre. 
Ese loco había criado algo debajo. 
Si elegíamos mal la salida, lo que estaba debajo se lanzaría sobre nosotros y Helda y yo podríamos terminar sin dejar rastro. 
“Nayri… ¿qué hay aquí abajo?” preguntó Helda con voz temblorosa. 
Al parecer, ella también lo sintió, había algo debajo del suelo. 
“Ratas…” Dije con indiferencia. “Si elijo mal el mecanismo, y no aparece el pasaje correcto, entonces nosotros… moriremos.” Debajo, había ratas que comían humanos. 
Helda tragó saliva, el sudor ya había empapado/su frente y su cabello.