Capítulo 215 
Miré a Helda con cierta resignación. “Parece que la calamidad perdura a través de los siglos. ¿Yuria está muerta? Si lo está, debería celebrar.” 
Helda, parada en la parte alta del edificio, soltó un suspiro. “Aparte de actuar, ¿qué más sabe hacer esa zorra? Es listísima, siempre buscando cómo hacer que Renán le deba algo.” 
Era evidente, hasta Helda había logrado ver a través de Yuria. 
Bajamos juntos con Lucas y Helda, rumbo al hospital. 
Lucas lucía desaliñado, un tanto desamparado. 
“En este momento te pareces más a un vagabundo que Kent“, susurró Helda con bromista reproche. “Pero sin el atractivo de Kent.” Lucas le lanzó una mirada a Helda. “¿Es esa tu idea de ser cortés?” 
Helda sonrió y subió al carro de Lucas. 
Renán había despertado, y su testimonio era vital para avanzar en el caso. Necesitábamos saber por qué lo habían apuñalado esa noche, cómo habían sucedido las cosas, y si Lino era el culpable. 
Su declaración era crucial. 
Llegamos al hospital con urgencia y justo cuando íbamos a entrar a la habitación, alguien nos detuvo. 
Nacho había puesto cinta policial, mirando a Lucas con incomodidad. “Lucas… hay una nueva directiva de arriba, no se permite la entrada a cualquiera.”. 
Claramente, esperaban que Lucas apareciera, y para ellos, nosotros éramos ‘cualquiera‘. 
“¿Elías?” Lucas frunció el ceño, furioso al entrar. “Solo quiero saber qué pasó esa noche.” 
Dentro de la habitación, un hombre de traje negro estaba de espaldas a la puerta. 
Al entrar Lucas, el hombre no se volteó, solo habló con una voz profunda. “Oficial Lucas, ah, no, ya no eres el oficial a cargo de este caso debido a tu falta de profesionalismo.” 
Lucas frunció más el ceño, apretando los puños. 
Aunque el hombre no miró hacia atrás, ya podía sentir su fuerte arrogancia. 
Como si despreciara a todo el mundo. 

En el camino había buscado información sobre ese Elías, que antes se llamaba Emilio Cisneros. Cambió su nombre a Elías y fue el tercer genio más joven en ingresar al Clase Élite a los 15 años, un año mayor que Kent y Omar. 
Kent estaba en primer lugar, Omar en segundo. 
Omar y Kent obtuvieron 706 y 700 puntos de un total de 700 en el examen. Kent descubrió errores en el examen de matemáticas y escribió respuestas desde dos perspectivas distintas, obteniendo 6 puntos adicionales. Omar podría haber tenido la misma puntuación si su caligrafía hubiera sido más limpia, pero debido a que parecía que un gusano había pasado por su papel, perdió esos seis puntos. 
En cuanto a Elías, había obtenido 367 puntos. 
Esa era la brecha que Kent mencionaba. 
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En el examen de Clase Élite, con una puntuación máxima de 700, solo se necesitaba pasar de 300 para ingresar, y de tantos niños en el país, solo catorce lo lograron. 
Lo más sorprendente era que el tercer lugar estaba tan lejos de los dos primeros. 
Eso fue lo que hizo que Kent y Omar, dos genios absolutos del Centro de Bienestar Estrellas, fueran conocidos en todo el país. 
Debido a la presencia de Kent y Omar, los otros doce miembros de Clase Élite se habían convertido solo en un contraste. 
“Renán, ¿qué pasó ese día?” Lucas había estado bebiendo estos días, definitivamente estaba emocionalmente inestable. 
Lino lo había provocado a propósito, buscando la muerte, pero Lucas aún quería descubrir la verdad. 
“El testigo acaba de despertar, no puede hablar mucho ahora, ¿no lo sabes, Oficial Lucas? Después de todo, te graduaste de la academia. de policía con honores“, dijo Elías con una voz fría que 
menospreciaba. 
Yo estaba parada en la puerta, sintiendo que él era inaccesible solo 
con ver su silueta. 
“¿Solo por estar enfurecido ya puedes atacar al sospechoso y matar la única pista? La inteligencia del Oficial Lucas realmente me preocupa“, provocó Elías a Lucas. 
Lucas apretaba las manos con fuerza, estaba a punto de perder el control. 
“¿Te crees muy listo, eh?” En la entrada, Kent soltó la pregunta. “Esa pinta de luto qu