Capitulo 150 
Calga como calga, Yuria estaba condenada; si el nudo del lazo se soltaba mal o la cuerda se quemaba, se estrellaba contra el suelo; si no, se quedaba colgando. 
Renan estaba desesperado gritando: “¿Qué hacen ustedes, policias?! Pónganse las pilas y hagan algo ya! ¡Dijeron que iban a garantizar su seguridad!“. 
No pude evitar soltar una risita, ahora si se preocupaba. 
“Ya te habrás dado cuenta que el asesino es muy astuto. Somos policias, no magos, dame un respiro“, Lucas estaba harto del barullo de Renán, fruncia el ceño, mirando las cuerdas, incluso ya sudaba de la angustia. 
“Este tipo es un diablo, si mueven la vela o la apagan, se pierde el calor, cambia la dirección del aire, y las bolitas de acero caen, como fichas de dominó derrumbándose. La navaja caerá igual, la cuerda se rompe y Yuria muere“. 
Si quitaban una bolita antes de tiempo, se desbalanceaba el peso. Yuria estaba colgada, sin atreverse a mover ni un músculo. 
“Renán, ayúdame, tengo miedo“, Yuria lloraba desconsoladamente llamándolo. 
“Te convendría no gritar tanto, estas cuerdas y trampas son como un nivel de precisión. Sigue gritando y todo será más rápido“, le adverti a Yuria con el ceño fruncido. 
Yuria, roja como tomate, contuvo el llanto, ya no se atrevia a alzar la voz. Viéndola colgando, no sé por qué. pero senti un placer inexplicable. Lo admito, tenía mis malas intenciones, no queria salvarla, sabia que Kent podia hacerlo, pero egoistamente no queria que lo hiciera. 
Lucas miró a Nacho y a los demás policias: “Cualquier movimiento es un riesgo, ¿cuándo llega el rescate?“. 
Habian pedido una grúa para subir y salvarla. 
“Pero la grúa tardará en llegar, aquí es una zona en construcción, mínimo veinte minutos“. 
Veinte minutos eran demasiado para Yuria. 

“¿Cómo que veinte minutos? ¡Para entonces ya se habrá roto la cuerda!“. Renán seguia perdiendo los estribos con la policia. Se volvió hacia Kent y le dijo: “¿Fuiste tú? ¿Nos trajiste aqui a propósito? ¡Eres el asesino, seguro eres tú!“. 
Renán lo apuntaba con el dedo, pero Kent lo miraba con frialdad, sin decir palabra. 
“No te pongas como perro rabioso“, le lancé la advertencia a Renán. 
“Si no fuera por él que adivinó el lugar, para cuando la hubiéramos encontrado ya estaria muerta“, Lucas intentaba calmarlo. 
Kent seguia ahi, parado, con un aire que pesaba toneladas. No sé si era mi imaginación, pero me pareció ver una sombra de sonrisa en sus ojos, me decía que tenia que ser imaginación. 
*Definitivamente es él, si no, ¿cómo sabria de este lugar?“, Renán seguia enloquecido. 
“Señor Renán, le sugiero que se calme un poco. El único que puede salvar a Yuria antes de que muera es Kent. Seria mejor que le rogara que la bajara“, Lucas, agarrando el cuello de Renán, le indicaba que le suplicara a Kent. 
“¿Rogarle a él? ¡Ni en sueños!“. 
Obviamente, no iba a pedirle nada. Kent segula impasible en su posición, sin soltar prenda. 
“Te aseguro que no aguanta mucho más, Lucas fruncia el ceño. 
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Capitulo 150 
“Parece que Yuria no es tan importante para ti, ¿eh?“, dije con sarcasmo, disfrutando de tener algo con que hacer enojar a Renán. 
“Kent, ¿tienes alguna manera de salvarla?“, Nacho estaba desesperado, también mirándolo ansioso. 
Kent guardó silencio, y yo sabia que, si yo no decía nada, él no iba a actuar. 
*¿Qué se necesita para que te dignes a salvarla?“, finalmente, Renán, con los dientes apretados, se digno a hablar. 
Kent se enderezó, con voz grave dijo: “Si tú mueres, yo la salvo. Tienes tres minutos para pensarlo“.