Capítulo 85
La fantasma soltó una risa desdeñosa: “Asi que tú salita, una chiquilla, crees que puedes atraparme? Sigue soñando!“, y escupiendo una nube de humo negro, se lanzó hacia Soraya
Soraya permaneció quieta en su lugar: “Te has pasado de la raya. El ciclo tenia un camino que no tomaste, el infierno no tenia puertas y aun asi entraste. Te di una oportunidad y no la quisiste, jahora sufre las consecuencias!“.
Cuando la fantasma se acercó, Soraya lanzó el resto de amuletos que tenia en la mano hacia ella.
“Ahh!“, en cuanto el amuleto tocó a la fantasma, ésta comenzó a arder junto con el amuleto, emanando humo azul.
“Ahhhh!“, ese grito escalofriante fue escuchado por todos en la mansión, excepto por los padres de Fernando que dormian profundamente, incluyendo a los sirvientes, el mayordomo y la niñera. Incluso Mateo se despertó asustado, llorando en los brazos de Felisa.
Abajo, Cristian ya no pudo quedarse quieto. Se levantó, se montó en su silla de ruedas y rápidamente se dirigió al ascensor, numbo al tercer piso. El grito desgarrador de la fantasma hizo que el rostro de Soraya palideciera: “Pensé que esto no iba a despertar a nadie“, rápidamente abrió la ventana y, usando una prenda de Diana, limpió las cenizas del amuleto del suelo. Luego, se trepó por la ventana y saltó hacia abajo.
Justo cuando saló, Cristián abrió la puerta con su silla de ruedas. Con una cara llena de preocupación, buscó a Soraya por toda la habitación sin encontrarla. Mirando la ventana abierta, supuso que ella debió haber saltado por ahi. “Esta mujer siempre me sorprende”
Habia venido corriendo por si le pasaba lo mismo que la última vez, que terminó escupiendo sangre. Pero, al parecer, asa vez ella estaba bien. Mirando a sus padres dormidos, supuso que Soraya debió haberse encargado del fantasma molesto, De lo contrario, no se habría escuchado ese grito. Además, ya había advertido a los sirvientes, al mayordomo y a la niñera de que no salieran de sus cuartos sin importar qué pasara durante la noche.
Un momento después, Soraya volvió a su habitación, se cambió a un pijama y soltó su cabello para parecer despeinada y asustada. Fingiendo pánico, como hacia el tercer piso y gritó exageradamente: “Mamá, papá, qué pasó? ¿De dónde vino ese grito desde su habitación? Eh, amor, ¿tú también está aquí? ¿También escuchaste ese grito?“,
Se tocó el pecho, fing endo terror “Ay, me asuste mucho. Estaba durmiendo tan a gusto, soñando tan bonito, y de repente me despierta ese grito aterrador, sonaba como si viniera de la habitación de papá y mama, será que hay fantasmas?“, simuló un temblor de miedo. “Amor ese grito fue honible, me da miedo dormir sola, ¿puedo dormir contigo?”
Madre mia, eso estuvo demasiado cerca, casi me descubre mi esposo. Ese fantasma era un verdadero dolor de cabeza, gritando hasta el final, casi me descubren Cristián, viendo su exagerada actuación, tuvo un tic en la boca. Esa mujer si que era una actriz. Si no fuera porque podía escuchar sus pensamientos, probablemente se habría dejado engañar por ella. Ya que ella no queria que nadie supiera, el tampoco la iba a desenmascararla.
“No escuchaste mäda, no hubo ningún grito, Cristián fue el primero en salir, viendo que Somaya no se movía. “¿Qué esperas? Vamos, regresa a tu habitación“. Soraya, viendo que él no sospechaba, lo siguió, empujando su silla de ruedas: “Amor, seguro que no escuchaste el grito?”
“NO”
“¿Entonces por qué subiste?”
“¿Acaso tengo que informarte de todo lo que hago?“.
‘Por Dios, Leste hombre no puede hablar de forma más amable? Ya recuperé las agujas de plata durante el dia. Chispita, bu decides! ¿Le ameglo la pierna primero a este hombre o le hago un muñeco vudu?“.