Capitulo 257
En el silencio de aquel pasillo, resonaba el Banto contenido de Palonta
Ella se tapaba la boca con fuerza,
“¿Cómo puede ser posible?”
Simplemente no podia creer lo que sus oldos escuchaban.
Tantos dias de acumulado dolor, un sinfin de resentimiento y una tortura insoportable.
En ese momento, todo se convirtió en una maraña de emociones enredadas que la envolvian firmemente.
Nunca en sus sueños habria imaginado.
Los años engañada, y aún había una verdad aún más cruel.
¡Donato Cabrera!
Habia vivido años con un impostor sin nunca descubrir su verdadera cara.
Ni siquiera habla reconocido a su propio esposo,
Y su verdadero esposo había sido torturado por ese despladado impostor durante años
Femando le dio una palmada en el hombro, “Menos mal que Lluvia es tu hija con Efrén.
Si no, niyo sabria cómo consolarte.
Olvida al niño que ese monstruo asesinó
Ve a verlo.
Si ha aguantado todos estos años, ha sido solo para poder verte a ti y a Lluvia otra vez.
Habla con él esta noche.
Mañana yo traigo a Lluvia.”
Paloma miró hacia la puerta de cristal de la unidad de cuidados intensivos, conteniendo su dolor.
Se Impló las lágrimas apresuradamente.
Luego, levantó la mano.
Con un temblor leve en su mano, tomó el pomo de la puerta, respiró profundamente y lentamente empujó la puerta de la unidad de cuidados Intensivos.
Avanzo con dificultad hacia adentro…
Un paso, dos pasos, tres pasos….
Cada paso parecia apuñalarle el corazón.
ཅད ན ཇ ཞུ གཽ ཛ ཇ བ
Ese pesado caminar, como si llevara mill kilos encima, la oprimia hasta casi sofocarla.
A lo lejos.
El hombre en la cama, con oxigeno, tenia los ojos cerrados.
Paloma se acercó a la cama
Esos escasos diez pasos, para ella, parecian un siglo entero.
Alver el rostro esquelético de Efrén, retrocedió asustada, tropezando….
Fernando estaba detrás de ela, sosteniéndola, “Sé fuerte.”
En ese momento, las lágrimas de Paloma brotaron como un torrente, y un dolor insoportable le oprimía el pecho.
Se lanzó junto a la cama, mirando ese rostro esquelético, su corazón se rompa de dolor
Golpeó su pecho con fuerza, sus ojos enrojecidos, como queriendo arrancar ese dolor punzante.
“¿Qué ha soportado?”
“¿Qué le hizo ese monstruo?”
¡Cuánto odia sential
Más aún que cuando descubrió la traición del impostor.
¿Cómo habia sobrevivido el hombre frente a ella todos estos años?
Efren yacla débilmente en la cama, lleno de tubos por todo el cuerpo, mientras los aparatos emitian sus sonidos ritmicos constantemente,
Paloma soltó un sollazo, reprimido hasta el limite.
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Capitulo 257
Aunque su rostro estaba demamdo hasta los huesos, ella todavía podla reconocerlo.
Esa cara todavía conservaba sombras familiares, pero llevaba consigo un inmenso cansancio y vejez
Sus ojos profundamente hundidos, su piel blanca casi transparente, su otros robusto cuerpo ahora parecía una vela en el viento, que podía extinguirse en cualquier momento.
Efrén había perdido todo su cabello, las cicatrices en su cabeza eran impactantes.
“Efrén… Paloma no pudo evitar llamarlo en voz baja, su voz llena de un dolor Indecible.
¿Cuánto había sufrido su esposo para terminar asi?
Efrén, en su sueño, de repente abrió los ojos, al principio confundido.
Alescucharla, no pudo evitar llamarla otra vez
Esa voz…
Tan familiarl
Efrén volted hacia donde venia la voz…
Alver ese rostro conocido, sus ojos lentamente se iluminaron.
“Paloma… ¿eres tú?” Su voz era ronca y débil, como si viniera de muy lejos.
Aunque habían pasado más de una década, su rostro no había sido marcado demasiado por el tiempo, solo habia perdido la inocencia de su juventud.
Paloma ya no pudo contenerse más, se lanzó hacia la cama, agarrando fuertemente su mano, “Soy yo, vine a verte”
Sus lágrimas calan sobre su mano como una inundación, mirandolo con un dolor extremo.
Como si quisiera compensar todo el tiempo perdido
Efrén miró hacia Fernando, su mirada llenaba de preguntas.
¿No habiamos acordado no decirle a Paloma todavia?
Fernando, con dificultad, esbozó una leve sonrisa, “Tarde o temprano tendrían que verse!
“Ustedes sigan, voy a dar una vuelta afuera.”
Dicho esto, se dio la vuelta y salió, dejándoles el espacio.
Una vez Fernando se fue.
Efrén, con una cara llena de culpa, dijo, “Paloma, jo siento!”
“Por todos estos años, te he hecho sufric” Cada palabra que decía parecia agotar todas sus fuerzas