Capítulo 250
La noche envolvía cada rincón del parque con su oscuridad espesa, impenetrable como tinta negra.
Cuando las dos hijas de Leira salieron corriendo de un rincón sin mirar, fueron atrapadas por las ruedas de un camión que pasaba rugiendo…
El conductor nunca imaginó que a esa hora alguien aparecería de repente.
Ni siquiera tuvo tiempo de frenar.
Al escuchar esos gritos desgarradores, se quedó paralizado de miedo.
No fue a propósito.
Fue el repentino aparecer de esas dos personas lo que causó tal tragedia.
El conductor detuvo el camión y, al bajar, la vista de los cuerpos arrastrados le hizo casi vomitar.
Tembloroso, marcó el número de emergencias.
Paloma, al oír los gritos y salir, se encontró con una escena inimaginable.
Las dos chicas que un momento antes la amenazaban con un cuchillo, ahora yacían bajo el pesado camión, despedazadas como muñecas de papel.
La escena era un horror, con los cuerpos desmembrados mezclándose con la sangre y el polvo del suelo, desprendiendo un fuerte olor a muerte, como una pesadilla de la que no se puede despertar.
Paloma, al ver el espantoso espectáculo, cayó al suelo, tapándose la boca, temblando de miedo.
Aunque esas chicas tuvieran ideas retorcidas.
Que dos vidas se apagaran así…
No podía soportar ver esa carnicería, y se desmayó.
Avelina, que la seguía, corrió a sostenerla.
“Oye, señora, ¿estás bien?”
Acababa de salir del trabajo y pasaba por el parque, sin esperar ser testigo de un intento de asesinato.
Movida por la curiosidad, se acercó so
para ver a dos chicas sometiendo a una mujer, amenazándola con una navaja…
Con Paloma desmayada en sus brazos, Avelina se encontraba en apuros.
“¿Cómo vas a llegar a casa así?”
Evitaba mirar el horrendo accidente, sintiéndose culpable.
Hace unos minutos, fue ella quien ahuyentó a esas chicas.
Si no se hubiera metido, la que estaría herida sería la señora desmayada.
Pero meterse había tenido consecuencias…
Aunque no fue ella quien atropelló a alguien, sentía que había contribuido indirectamente.
Con el corazón acelerado, revisó los bolsillos de Paloma buscando su celular para contactar a algún familiar.
Pero el teléfono tenía contraseña y pronto se quedó sin batería.
Sin saber qué más hacer, cargó a Paloma y la llevó a un hotel cercano.
Poco después de que se fueron, la policía llegó al lugar del accidente tras recibir la llamada…
**
En la sala de la familia Cabrera.
La mamá de Efrén golpeaba a su nieto con un plumero, furiosa.
“Dime, ¿cuánto has robado esta vez? ¿Cómo es posible que a tu corta edad no aprendas nada bueno? ¿Por qué no aprendes algo útil en vez de meterte en robos? ¿Acaso te falta algo en casa? ¿Comida, ropa? Si no fuera por la llamada de la mamá de tu compañero, Jamás hubiera creído que harías algo así. Te doy tanto dinero para tus gastos. ¿En qué lo estás gastando? La última vez que robaste dinero de casa te di la oportunidad de enmendarte. Pero lejos de mejorar, empeoras. Ahora, con descaro, robas dinero en casa de tu amigo. ¿De quién has aprendido estas malas costumbres? ¿Quieres matarme de disgusto? Dime, ¿cuánto robaste hoy? La mamá de tu amigo, por consideración a tu edad. no ha hecho un gran problema. Pero yo no te voy a dejar pasar nluna más. Apenas tienes 13 años y ya te andas con robos. ¿Qué será de Il cuando crezcas y entres en la sociedad? Dime, ¿cuánto robaste? Si hoy no admites tu error y reflexionas, te quedarás arrodillado aquí sin levantarte “
Mientras lo interrogaba, lo golpeaba, mostrando una profunda decepción.
El niño malcriado por sus padres desde pequeño, parecia no enderezarse con nada.
Ella habla puesto tanto esfuerzo en quiarlo hacia el buen camino, pero el parecía tener una mala semilla, sempre vende en contra
Capitulo 250
En la escuela se metía en peleas, faltaba a clases, se involucraba en riñas, y sus calificaciones empeoraban cada vez más.